En una extensa entrevista, a pocos días de cumplirse 10 años de su papado, Jorge Bergoglio manifestó su deseo de visitar nuestro país y contó que estuvo a punto de hacerlo en diciembre de 2017, pero que el viaje finalmente debió ser suspendido. «No hay una negación de ir. Yo estoy abierto a que se dé la oportunidad», afirmó.
Francisco recordó que la visita formaría parte de una gira que incluía a Chile y Uruguay, pero finalmente se decidió cancelar ya que el país trasandino se encontraba en medio de un proceso de elecciones presidenciales.
«Entonces tuvimos que pasar Chile a diciembre y ya ir en enero a Argentina y a Uruguay. En enero no encontrás ni al gato, ¿viste? Entonces se cambió el programa y se hizo Chile y Perú. Y quedaron Argentina y Uruguay para después. Y ese después es lo que estamos esperando por la coyuntura. No hay una negación de ir. No, de ninguna manera. Estuvo planeado el viaje. Yo estoy abierto a que se dé la oportunidad», dijo Jorge Bergoglio en un reportaje que concedió al portal Infobae.
Sobre la coyuntura aclaró que es “sociopolítica”: «A veces la visita de un Papa puede ser usada, en todos los lugares. Que no sea usada ni para un lado ni para otro», explicó al admitir que un buen momento podría ser luego de unas elecciones presidenciales.
Por otro lado, durante la entrevista, el Papa se refirió a un tema controversial en la iglesia occidental: el celibato. Admitió que se podría revisar esa disciplina al considerarla como «una prescripción temporal».
«En la Iglesia Católica hay sacerdotes casados: todo el rito oriental está casado. Acá en la Curia tenemos uno, hoy mismo me lo crucé, que tiene su señora, su hijo», planteó el pontífice.
Si bien el Papa consideró que no cree que revisar la norma pueda hacer que más gente se sume al sacerdocio, sí sostuvo que «no hay ninguna contradicción para que un sacerdote se pueda casar.»