El exsecretario de Estado de Estados Unidos Henry Kissinger murió este miércoles, a los 100 años, en su casa en Connecticut. Así lo informaron fuentes familiares.
La noticia fue divulgada por la noche en un comunicado de su empresa Kissinger Associates. En el aviso no se especificaron las causas del deceso, pero sí anunció que será sepultado en un servicio familiar privado.
Kissinger, que en mayo pasado cumplió 100 años, fue un hábil diplomático que negoció el fin de la prolongada guerra de Vietnam. Por ese hecho recibió el Premio Nobel de la Paz en 1973.
Mucho después se revelaría su impulso al golpe que derrocó al presidente Salvador Allende en Chile. El hecho dio lugar a la prolongada dictadura que encabezó el general Augusto Pinochet (1973-90).
Documentos desclasificados por la Casa Blanca registraron una conversación entre Pinochet y Kissinger en Santiago, Chile, en 1976. Además, demostraron que el estadounidense presionó desde 1971 a favor del golpe a Allende.
Cuando Pinochet fue detenido en Londres en 1998, el juez español Baltasar Garzón pidió interrogar a Kissinger por su supuesta responsabilidad en el Plan Cóndor. El programa coordinaba las dictaduras sudamericanas de fines de los 70 y principios de los 80 para detener y matar opositores. A pesar del pedido, el Reino Unido negó esa posibilidad.
Asimismo, Kissinger fue acusado de cometer crímenes de guerra por el bombardeo de Estados Unidos a la neutral Camboya durante el conflicto en Vietnam.
Un hábil diplomático de origen alemán
Heinz Alfred Kissinger nació el 27 de mayo de 1923 en Fuerth, Alemania. De origen judío, su familia emigró a Estados Unidos en 1938 escapando del régimen nazi.
Su primer trabajo fue en un fábrica de brochas para afeitar en Nueva York. Después se convertirse en ciudadano de Estados Unidos en 1943, sirvió en el Ejército de ese país durante la Segunda Guerra Mundial.
Luego ganó una beca para estudiar en la Universidad de Harvard, donde obtuvo una maestría y un doctorado.
En 1969, el presidente Richard Nixon nombró a Kissinger como consejero de Seguridad Nacional. Su guía filosófica fue que la política exterior debía servir a los intereses nacionales con pragmatismo.
Así, en medio de la Guerra Fría, Kissinger arregló dos visitas cumbres. El primer viaje fue a China y luego a la Unión Soviética en 1972 para desarmar las tensiones bélicas con los poderes comunistas.
En 1973, Nixon lo designó secretario de Estado, cargo que ocupó hasta enero de 1977. Hasta enero de 1975 lo hizo en forma simultánea con el de consejero de Seguridad Nacional.
Como secretario de Estado, Kissinger practicó la llamada “diplomacia de la lanzadera”. Esa política alivió tensiones en Medio Oriente, siguiendo a la Guerra del Yom Kippur en 1973, entre Israel y Egipto.
En ese contexto se firmaron luego los acuerdos del Sinaí. En el documento, ambos bandos acordaron renunciar a la guerra a pesar de sus diferencias.
En 1977, Kissinger fue a trabajar a la Universidad de Georgetown, pero retornó luego al Gobierno estadounidense en 1985 como asesor de inteligencia exterior del presidente Ronald Reagan.
El fallecido mandatario nombró a Kissinger presidente de la Comisión mixta bipartidaria que definiría los intereses de la Casa Blanca en Centroamérica.
El plan Cóndor
A pesar de ciertos logros diplomáticos, el papel de Kissinger quedó deslucido en América Latina por respaldar el golpe militar de Pinochet contra el gobierno constitucional de Allende en Chile. Así lo reveló una serie de documentos desclasificados por la Casa Blanca.
Sus restos serán sepultados en un servicio familiar privado. «Más adelante habrá un servicio conmemorativo en la ciudad de Nueva York”, dijo el comunicado de su empresa.