El Papa Francisco, de 88 años, fue internado en un hospital de Roma debido a una bronquitis persistente. En los últimos días, presentó dificultades para respirar y debió delegar la lectura de sus discursos. La Santa Sede confirmó que el Sumo Pontífice ingresó después de sus audiencias matinales.
El Papa intentó leer su catequesis durante la audiencia general, pero debió detenerse tras unas pocas líneas. «Ahora pido al sacerdote que continúe leyendo. Con mi bronquitis no puedo ahora. Espero poder la próxima vez», expresó antes de entregar el texto a un colaborador.
La situación no es nueva. El domingo pasado, Francisco también tuvo que interrumpir su homilía en la Plaza de San Pedro. En esa ocasión, se disculpó y pidió a otro sacerdote que continuara con la lectura.
Una afección recurrente
La salud del Papa genera preocupación en los últimos meses. Su equipo médico sigue de cerca su evolución, pero hasta el momento la Santa Sede no emitió un parte oficial. Fuentes cercanas aseguran que Francisco recibió un tratamiento específico y permanece bajo observación.
A pesar de su estado, el Papa no interrumpió por completo sus funciones. Durante la audiencia general, saludó en varios idiomas y envió un mensaje especial a los fieles polacos. En su discurso, pidió oraciones por los sacerdotes y religiosos que trabajan en zonas de conflicto, como Ucrania y Oriente Medio. «Para muchos, esta presencia es la prueba de que Dios siempre se acuerda de ellos», expresó.
Preocupación en la Santa Sede
El Papa Francisco ya había atravesado problemas de salud en el pasado. En 2023, permaneció internado por una infección respiratoria y en 2021 fue operado del colon. A pesar de las dificultades, continúa con su agenda lo más activa posible.
La comunidad católica sigue de cerca su situación. En redes sociales, miles de fieles expresaron su apoyo con mensajes y oraciones por su pronta recuperación. Mientras tanto, el Vaticano se mantiene en alerta, a la espera de novedades sobre su evolución médica.