Los salarios ya no alcanzan. Esa es la preocupación central que planteó el economista Alfredo Grassia en una entrevista para TV Premsa, Canal10. Advirtió que si bien la inflación se desaceleró, los ingresos perdieron poder adquisitivo.
“El problema de este modelo económico es la pérdida del poder adquisitivo. Podemos ver si la economía mejoró comparando lo que comprábamos en julio y lo que compramos ahora”, explicó. Según Grassia, los precios suben sin que los salarios los alcancen. El resultado: las familias deben ajustar gastos para sobrevivir.
El especialista aseguró que los aumentos en servicios, transporte y alimentos impactan directamente en el bolsillo. “La carne aumentó terriblemente. Los ingresos no suben al mismo ritmo”, sostuvo. En este contexto, muchas personas han reducido su consumo de bienes y servicios. “Antes contratábamos varias plataformas digitales, ahora solo una o ninguna”, ejemplificó Grassia.
Otro fenómeno preocupante es el uso de tarjetas de crédito para comprar comida. “En 2024, el 80% de las compras en supermercados se hicieron con tarjeta y en cuotas”, reveló. Esto muestra que las familias necesitan financiamiento incluso para lo básico.
Grassia también destacó que el ajuste no es opcional, sino una obligación. “Nos vamos acomodando a la realidad porque no queda otra”, afirmó. Sin embargo, advirtió que, si el modelo económico actual se mantiene, “va a llegar un momento en que no vamos a poder sostenerlo”.
El debate sobre el poder adquisitivo sigue abierto. Mientras tanto, la mayoría de las familias continúan recortando gastos y buscando estrategias para llegar a fin de mes.