La Justicia investiga la desaparición de Benjamín, un niño de tres años que vivía junto a sus padres en la localidad de Atahona. La denuncia sobre su desaparición llegó primero de manos de su abuela paterna y luego de su abuela materna. A ambas mujeres les llamó la atención que siempre cuando visitaban a sus hijos, es decir a los padres del menor, él nunca estaba.
Según el abogado querellante, Alvaro Zelarayán, se cree que Benjamín desapareció hace mucho tiempo y, por eso, temen lo peor. En diálogo con TV Prensa, el letrado se refirió al testimonio que dieron dos de sus hermanos en cámara gesell: “Es un relato macabro. Dieron cuenta del contexto de violencia que sufrían estos niños”.
Detalló que los menores, de cuatro y ocho años, contaron que el último día que vieron a Benjamín, su padre, el principal acusado, lo había golpeado con un ladrillo.
Sin embargo, esto no es lo peor, ya que cómo confirmó Zelarayán, en el año 2018, los padres de Benjamín ya habían perdido un hijo. “Lo que no se entiende”, dijo el abogado, es que “en la autopsia de ese menor surgió que tenía lesiones”. También, criticó el hecho de que no haya habido una investigación al respecto y que la causa haya sido archivada.
Sobre el padre del niño, el abogado informó que está detenido, pero por otra causa que es de violencia de género contra la pareja. «En este proceso se encuentran acusados ambos. Y nosotros ya adelantamos que vamos a pedir la prisión preventiva», explicó.
En cuanto a la expectativa de pena, detalló que para el principal acusado es muy alta. «Sobre la madre -especificó- entendemos que la conducta estaría encuadrada en un encubrimiento agravado, ya que tenía la obligación de denunciar la desparición de su hijo».
