Dos hermanos separados en dictadura lograron reunirse. Todavía no se sabe que pasó con sus padres

La investigación se inició en 2016 a partir de una denuncia de Abuelas de Plaza de Mayo y acaba de ser confirmada por el juzgado federal de Alejo Ramos Padilla en La Plata. Se trata de la historia de dos hermanos de madre y padre: un varón, nacido en 1976, y una mujer, nacida en 1977. Ambos fueron separados al nacer y todavía se desconoce qué pasó con sus progenitores.

Este caso gráfica una nueva historia de terror en el contexto de apropiación de menores durante la última dictadura militar. La investigación comenzó luego de que la organización de Abuelas denunciara que había una chica que podría ser hija de desaparecidos y que la habían anotado como propia por parte de un funcionario de la Policía bonaerense.

Ante el pedido de la fiscalía, la muchacha accedió a realizarse la prueba de ADN, pero el resultado no coincidió con el registro de detenidos-desaparecidos. Sin embargo, un tiempo después, un muchacho se presentó en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), con dudas sobre sus orígenes y resultó que su muestra genética sí era compatible con la de ella.

A través de un trabajo conjunto entre el Juez Ramos Padilla y Abuelas, se logró reunir a los dos hermanos que accedieron a conocerse.

Ahora la investigación continúa con los responsables de la entrega de los niños y los apropiadores. En este sentido el magistrado ya procesó a los médicos que atendieron a la madre de los dos hermanos y al policía.