En 2024, el consumo de yerba mate alcanzó mínimos alarmantes. Entre enero y noviembre, los molinos produjeron 38 millones de kilos, según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). Esta cifra representa una caída del 11% respecto al mismo período de 2023, equivalente a 25 millones de kilos menos. Desde 2016, cuando la producción fue de 34 millones de kilos, no se registraba un nivel tan bajo.
“La pérdida de poder adquisitivo ha golpeado fuertemente al mercado interno”, aseguraron desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Este organismo informó que las ventas minoristas cayeron interanualmente en diez de los doce meses de 2024, con leves repuntes en octubre y diciembre.
El ajuste fiscal impulsado por el gobierno de Javier Milei también profundizó esta situación. Según economistas, el recorte de subsidios y el aumento de tarifas impactaron directamente en los bolsillos de los hogares.
En contraste, las exportaciones de yerba mate crecieron un 1,7% en 2024. Durante los primeros meses, se exportaron 41,2 millones de kilos, superando el récord de 2018. “El mercado externo muestra una tendencia sólida, especialmente en países como Siria y Chile”, destacaron desde INYM.
Mientras el mercado interno sufre, los productores encuentran un alivio en la demanda internacional, aunque advierten: “Es urgente estabilizar el consumo local para garantizar la sostenibilidad del sector”.