Aunque se haya convertido en una costumbre minimizar los problemas mentales, tanto a nivel social como en nuestro núcleo familiar, estas patologías existen y comienzan a aflorar a la superficie. Los argentinos asistimos a una consecución de hechos que no nos permiten analizar, comprender y, mucho menos, proyectar nuestra vida. Pero este fenómeno -el de una pandemia seguida inmediatamente por una crisis económica, política, social y cultural- afortunadamente no es tan frecuente.
La preocupación por la estabilidad emocional ocupa un lugar cada vez más visible a nivel global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) una de cada ocho personas padece algún trastorno mental. Esto pone en evidencia que esta compleja manera de transitar la vida la vida ocurre en todo el mundo.
El aislamiento al que fuimos sometidos tras descubrir la inminente llegada del Covid 19 a esta parte del mundo, nos impulsó a plantearnos: ¿ quiénes somos, qué queremos en esta vida y cuales son nuestras prioridades?. Algunos sacaron a la luz lo peor de si, otros entendieron la finitud de la vida y las despedidas que deberemos sufrir, sin que nada pueda evitarlo, aprovechando esto para estrechar lazos.
La Licenciada Fabiana Lavaque, presidenta del Colegio de Psicólogos de Tucumán (MP 743) afirmó que tras la pandemia por Covid 19, no se incrementaron las patologías mentales, sino que se hicieron visibles para la sociedad en su conjunto. «Nosotros atravesamos una pandemia, inmediatamente después una crisis económica tremenda. Que un chico, adolescente o adulto atraviese un bajón emocional es bueno; porque significa que esa persona se encuentra alerta a una situación atípica», explicó la especialista. No obstante, aclaró que cuando este estado de ánimo se repite hasta volverse crónico e intenso, ya es una señal de alerta que las personas cercanas deben observar.
Cuando los chicos y adolescentes padecen trastornos ¿qué hacer?
Según Fabiana Lavaque, en estos casos, es muy probable que el paciente se encuentre angustiado o triste y la solución inmediata que la familia puede brindarle es, primero, acercarse, tratar de escucharlo, inducirlo a actividades en las que comparta con otras personas, a actividades que no conocían. «Ahora, cuando esta situación se torna inmanejable, cuando muestran una total apatía, la familia unida debe asistir a un profesional», indicó.
Patologías en adultos: las más frecuentes en un contexto de crisis
Tal como lo indicó la experta tucumana, apenas comenzábamos a procesar los efectos de la pandemia, una crisis abrumadora nos sacudió. Otro visión del mundo y, por ende, otra política económica llegaba a Argentina. Para un adulto es indignante y hasta inadmisible no ser el proveedor de la casa, según los dichos de Lavaque.
Al respecto la presidenta del Colegio de Psicólogos expresó que esta franja etarea sufre mucha depresión, ataques de pánico y ansiedad. «Un denominador común en este caso es el consumo de psicofármacos», dijo. Se estima que uno de cada cuatro argentinos padece un problema vinculado a la salud mental.
Algunos tips que todos podemos aplicar en nuestra vida cotidiana
*Ser más solidarios y empáticos
*Practicar la amabilidad y el buen trato con todos
*Trabajar menos horas aunque el bolsillo apriete. Hay que vivir.
*Tiempo de ocio para disfrutar en familia
*Menos consumo. Las cosas nos dan felicidad sólo un par de horas
*Prestan atención al otro: amigos y compañeros
Interactuar con personas que queremos aún con pocos recursos
No considerar al otro un enemigo
Disfrutar más del hoy y de lo que tenemos
Mayor participación política, involucrarse de esos foros de opinión
