La reciente publicación de la Resolución 187/2025 de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) ha generado una gran controversia. Usaron términos como «débil mental», «idiota» e «imbécil» para describir a personas con discapacidad intelectual. Se dio en el marco de las evaluaciones médicas para pensiones no contributivas por invalidez laboral.
La normativa, publicada en el Boletín Oficial en enero, introdujo modificaciones en los criterios de elegibilidad para acceder a estas pensiones. Sin embargo, el lenguaje utilizado en el Anexo I de la resolución causó más revuelo. Aunque estos términos se emplearon históricamente en la medicina psiquiátrica, hoy en día se consideran obsoletos y discriminatorios.
Tras la viralización del caso, la ANDIS aclaró que el uso de estos términos no tuvo una intención discriminatoria. Sin embargo, reconoció que se trató de un error debido a la utilización de una terminología anticuada. En un comunicado oficial, el organismo informó que modificará la resolución y el anexo, adoptando un lenguaje más adecuado y alineado con los estándares médicos actuales.
A pesar de las aclaraciones, el hecho generó un fuerte rechazo por parte de familiares y especialistas en discapacidad, quienes consideraron que la resolución vulneraba acuerdos internacionales contra la discriminación.
Diego Spagnuolo, titular de la ANDIS, reconoció la gravedad de la situación y aseguró que desvincularon a las personas responsables por la inclusión de estos términos, aunque la resolución llevaba su firma.
Las personas responsables por lo que pasó ya fueron desvinculadas de ANDIS
— Diego (@dspagnuolo_ok) February 27, 2025