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San Miguel de Tucumán

En tiempos de crisis, el oficio del zapatero se renueva (VIDEO)

"Antes, la gente tiraba los zapatos, ahora todos vienen a arreglar lo que sea". Juan Carlos y su hijo Rafael, con más trabajo que nunca, enfrentan el desafío de reparar lo que antes se descartaba.

Con la economía en caída, oficios como el del zapatero se han vuelto esenciales. La gente, que antes descartaba lo viejo, ahora opta por reparar. En el taller de Juan Carlos Ramos y su hijo Rafael, el trabajo no para.

Una tradición que resiste

Juan Carlos lleva más de 40 años reparando zapatos en su pequeño taller en Yerabuena. La crisis actual lo ha hecho más visible que nunca. «Antes, la gente tiraba los zapatos, ahora todos vienen a arreglar lo que sea», dice mientras revisa un par de botas desgastadas.

El oficio del zapatero, como muchos otros, parecía condenado al olvido. Sin embargo, con el aumento de los precios y la dificultad de acceder a productos nuevos, ha vuelto a ser una opción viable. «Es constante, trabajo todos los días, y cada vez traen más cosas para arreglar», explica Juan Carlos, con una mezcla de orgullo y sorpresa.

El legado del zapatero: crisis y creatividad

La demanda creció de forma notable en los últimos meses. Rafael, el hijo de Juan Carlos, tiene la responsabilidad de continuar con el leado familiar del oficio del zapatero. Se unió al taller durante la pandemia y ha visto el aumento del trabajo de primera mano. «La gente prefiere arreglar antes que tirar, y eso nos obliga a ser más creativos», comenta Rafael mientras repara un par de zapatillas. «Ahora traen botines de fútbol destrozados, y aunque les decimos que no tienen arreglo, igual insisten. Hacemos magia y salen impecables».

Los desafíos también han cambiado. «Antes era solo calzado formal, ahora llegan zapatillas deportivas, mochilas y hasta carteras. Todo lo que se pueda salvar», afirma Rafael.

A pesar del aumento en la carga laboral, los Ramos reconocen que hay una gran incertidumbre en cuanto al futuro del taller. «Es un compromiso grande. Si Dios quiere, esto me queda para mí en el futuro, pero no es fácil», reflexiona Rafael.

La historia de Juan Carlos y Rafael no es la única. Como los zapateros, otros oficios como modistas y técnicos en electrodomésticos también ven una nueva demanda. Y es que en épocas de crisis, la reparación ha vuelto a ser una solución práctica y económica.

Informe periodístico de «Bacha» Martín Arrabal

Espacio UNT

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