Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, fue condenado en un caso polémico antes de asumir su segundo mandato. La Justicia lo declaró culpable por conspirar para ocultar un pago de $130.000 a la actriz porno Stormy Daniels, buscando evitar un impacto político antes de las elecciones de 2016.
A pesar de la sentencia, el juez Juan M. Merchan dictó un «descargo incondicional», lo que significa que el mandatario no enfrentará prisión ni otras penas. Sin embargo, el fallo lo registra oficialmente como un delincuente convicto, un hecho sin precedentes en la historia de Estados Unidos.
Anteriormente, la defensa había presentado una petición de última hora aunque fue rechazada por la Corte Suprema. Trump alegaba que la inmunidad presidencial debía extenderse a un presidente electo para evitar «daño institucional».
El republicano calificó el juicio como una «tremenda injusticia» diseñada para perjudicarlo en las elecciones de 2024. A pesar del fallo, se declaró «totalmente inocente» y denunció una persecución política.
Sobre el caso
El proceso judicial está vinculado a un acuerdo de confidencialidad firmado con Stormy Daniels en 2016. El empresario buscaba evitar que la actriz revelara una aventura ocurrida poco después del nacimiento de su hijo.
El amorío entre Trump y Stormy Daniels comenzó en 2006 durante un torneo de golf en Nevada. En ese momento, Trump, casado con Melania y recién convertido en padre, tuvo una breve relación con la actriz. Daniels aseguró que él le prometió un papel en su programa «El Aprendiz», promesa que nunca cumplió. Años después, el magnate buscó silenciarla mediante pagos confidenciales para evitar que la historia afectara su carrera política.
El fallo, aunque simbólico, marca un momento histórico. Donald Trump asumirá el 20 de enero como el primer presidente estadounidense con una condena penal registrada.
