Continúan los devastadores incendios en Chile, que hasta el momento provocaron 122 muertes, más de 15.000 viviendas destruidas y casi 400 desaparecidos.
El gobierno desplegó fuerzas militares en las zonas afectadas por esta tragedia, la cual el presidente Gabriel Boric calificó como «la más grande desde el terremoto de 2010”.
Los incendios en Valparaíso comenzaron el viernes pasado y se propagaron rápidamente debido a las altas temperaturas que se están registrando en la región.
El hecho se da en medio de la severa ola de calor que alcanza a Chile, Argentina y otras partes del cono sur de Sudamérica. Los brutales incendios figuran entre los tres más mortíferos del siglo XXI.
Viña del Mar y Quilpué son las ciudades más afectadas, donde se ven casas y autos reducidos a cenizas, y habitantes luchando por salvar sus vidas.
Debido a las sospechas de las autoridades, se investiga la posible intencionalidad de los incendios para encontrar a los responsables y proceder mediante la justicia.
La simultaneidad y ubicación estratégica de los focos sostienen la hipótesis, apuntando a inmobiliarias que, luego del siniestro, adquieren el terreno a un costo menor.
De hecho, este domingo la policía detuvo en Viña del Mar a dos personas presuntamente vinculadas al inicio de los incendios en la región.
Legisladores del país vecino denunciaron estas prácticas frecuentes. En el Congreso chileno, gestionan proyectos con el fin de parar estos sucesos.
Aunque las condiciones climáticas mejoraron, los equipos -1.400 bomberos, 1.300 militares y voluntarios -aún combaten al menos 40 incendios.