Juan Pablo Juliá, director de la Reserva de Horco Molle, estuvo dialogando con Mariana Pacífico en el programa “En agenda”, donde abordaron el lamentable desenlace de la tapir Suyana. “Hace casi cinco años que Suyana llega como una cría de tapir de solo unos tres meses de edad, que había caído dentro de un canal de riego en Ledesma y no podía salir de ese canal. Y es rescatada por la gente del CafaJu, que es un centro de rescate del gobierno de la provincia de Jujuy y la derivaron a Horco Molle, donde tuvimos que criarla con mamadera al principio. Así que son varios años de trabajo”, ha destacado.
En este sentido, Juan Pablo Juliá precisó: “Los últimos dos años lo que hicimos es cortar todo contacto con ella al mínimo para reducir ese vínculo que tenía también un poco con nosotros. Pero también teníamos experiencia de haber trabajado con la gente que está liberando fauna en los esteros y que en muchos casos estos animales que tienen cierta impronta con humanos, salvo ciertos grupos”.
“Luego de un tiempo se muestran cada vez más ariscos con las personas. Y a Suyana la estábamos criando en un lugar, en un espacio bastante grande, y hacíamos experimentos soltándola dentro del cercado de fauna de la Reserva, que tiene 14 hectáreas, y veíamos que en cuanto estaba en la zona sin personas empezaba a eludirlos, lo cual era un buen inicio. Así que después de cinco años de trabajo, de evaluaciones, de comportamiento, de ver cómo se alimentaba, de curarla, porque también cuando llegó a la reserva se lastimó las patitas tratando de salir del canal”, ha detallado.
En la Reserva de Horco Molle ya se habían encariñado con la tapir: “ La liberamos con un collar que nos permitía saber dónde estaba. Puede parecer gracioso, pero las primeras noches, la verdad, casi no dormíamos y nos estábamos mandando mensajes. Ahora está por acá, ahora está por allá y eran las 3 (de la mañana) y seguíamos mandando mensajes”.
Juan Pablo Juliá confirmó que Suyana fue cazada: “Supongo que puede llamar la atención porque es el mamífero terrestre más grande de Argentina. Es grandote, pero es un grandote bonachón. Los tapires no son agresivos para nada. Son estrictamente herbívoros. Son animales solitarios, pacíficos, de hábitos nocturnos. Así que encontrarse un tapir de día es relativamente difícil porque se mueven más que nada durante la noche y, durante el día, están descansando, bañándose”. “Hay muy pocos lugares de Argentina donde se pueden ver tapires. Por ejemplo, en el Parque Nacional de El Rey se pueden ver con relativa facilidad”, ha asegurado.
Haciendo una evaluación, el Director de la Reserva de Horco Molle consideró que la muerte de Suyana tiene que ver con “una cuestión cultural”. “Para el argentino y para la Argentina como país, avanzar sobre las áreas naturales fue sinónimo de progreso, o sea, porque somos un país agrícola y ganadero. Entonces cada vez que se desmontaba lo que se hacía era progresar y eso ha quedado muy metido en nuestro ADN”, ha indicado.
“Sin embargo, la sensación que yo tengo de cuando uno analiza qué es lo que viene pasando en los últimos 50 años es que hay un cambio de paradigma en la sociedad. Hay un reclamo, sobre todo porque a partir del boom sojero de la década del 90, hasta ahora la tasa de desmonte fue monumental, de las más altas en el mundo, y eso llegó a impactar a buena parte de la sociedad, que empieza a reclamar otro tipo de políticas respecto del medio ambiente. Y también hay una sensibilización con respecto a la fauna que queda evidenciada en la reacción que ha habido en la sociedad con respecto a esto”, ha destacado.
Finalmente, Juan Pablo Juliá dejó un sentido mensaje: “Nosotros los tucumanos queremos que haya tapires, porque una de las cosas que a veces salió en las redes sociales es que los tucumanos no estamos preparados para esto. Pero en realidad, lo que ha demostrado esto es que la mayoría de los tucumanos tenemos otra conciencia y que unos pocos malos tucumanos no pueden decidir cómo vamos a vivir nosotros y con qué tipo de naturaleza nos vamos a convivir”.