Este miércoles por la tarde el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) dio a conocer la cifra que muchos esperaban. La inflación en julio alcanzó el 4% en Argentina y en lo que va del 2024 acumuló un aumento del 87%. Aunque mostró una leve desaceleración respecto al mes anterior, el bolsillo de los argentinos no lo sintió así.
El dato final de julio fue sólo marginalmente inferior al 4,6% registrado en junio. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central había arrojado una estimación del 3,9%.
Inflación: los rubros con más incremento
El sector de alimentos y bebidas, mostró un aumento del 3,2% en julio y un 87% en lo que va del año. Otros sectores, como restaurantes y hoteles, registraron incrementos mayores, con un 6,5%. Seguidamente se ubicaron bebidas alcohólicas y tabaco con un 6,1%, y vivienda, agua, electricidad y otros combustibles con un 6,0%.
Un dato preocupante del informe fue la inflación núcleo, que excluye precios regulados y estacionales. Esta subió un 3,8%, por encima del 3,7% de junio, lo que revela una persistencia en la presión inflacionaria. En contraste, sectores como prendas de vestir y calzado (1,6%) y transporte (2,6%) presentaron las menores variaciones.
El ministro de Economía, Luis Caputo, había afirmado a finales de julio que la inflación continuaría disminuyendo. Argumentó que sería la cifra más baja del año. Caputo destacó la estabilidad fiscal y energética del país, y sostuvo que la economía comenzaba a mostrar signos de crecimiento.
Sin embargo, el informe del Indec plantea dudas sobre el optimismo del oficialismo. Aunque se observan leves mejoras, la inflación sigue siendo un desafío crítico para el gobierno, en medio de un contexto económico complejo y un clima social cada vez más tenso.