En la audiencia de este lunes, casi al final del juicio, Lucas Gordillo hizo uso de las últimas palabras y confesó ser el autor del crimen Pablo Mariotti. Relató que aquel día de febrero del 2020 quedaron en encontrarse en la casa de la víctima y que en ese momento comenzaron una discusión por un faltante de dinero. Luego, contó que se pelearon y, acto seguido, lo ahorcó con un cable.
El frío relato es del principal acusado de la causa, que frente a los jueces y la fiscal Marta Jeréz, reconoció el hecho, quitándole así grados de responsabilidad a los otros imputados: Alexis Yamil Salis, Rolando Jesús Morán, Solange Manzaraz Beltramino, José Miguel Escudero y Ramón Osvaldo Manrique.
Sin embargo, más allá de la confesión, en el debate oral que comenzó el lunes de la semana pasada se tratará de probar que el joven de 36 años fue asesinado por la ambición de un grupo de personas -uno de ellos amigo desde la infancia- que quisieron quedarse con sus bienes elaborando un intrincado y siniestro plan.
La descripción de Gordillo sobre cómo cometió el crimen, fue escabrosa. Muy tranquilo, con algunas interrupciones de los magistrados, comenzó contando:
“Estábamos primero sentados y a medida que la discusión iba avanzando, el me dice hijo de puta. Yo me paro y él también se para. Luego hay un empujón mío y empieza la pelea; cuando él intenta golpearme yo me voy encima de él, lo agarro del cuello y nos caemos los dos”.
Mientras confesaba el desarrollo de la pelea, a la que todos los presentes del el tribunal ya sabían cómo terminaría, Gordillo mostraba con ademanes cómo fue que tomó a Mariotti, imitando el momento en el que con el brazo derecho, en forma de gancho, comienza a ahorcarlo y con el izquierdo toma un cable negro. “Estábamos los dos de espaldas yo abajo y él encima mío, ahí manoteo un cable y lo llevo a su cuello”.
En ese instante, la jueza Fernanda Bähler interrumpió el relato para preguntarle cuando supo que la víctima ya estaba muerta, a lo que él respondió: “Yo seguí haciendo fuerza y él ya no peleaba, ahí me di cuenta”.
Así fue la confesión de Lucas Gordillo: