Miles de personas marcharon en Tucumán contra el fascismo y el racismo. La convocatoria, encabezada por el colectivo LGBTIQ+, rechazó el plan del Gobierno Nacional para eliminar el femicidio como agravante penal, el documento no binario y el cupo laboral trans.
La Marcha del Orgullo Antifascista y Antirracista surgió tras el discurso de Javier Milei en el Foro de Davos, donde vinculó la homosexualidad con la pedofilia y atacó el feminismo. La protesta se realizó en simultáneo en Argentina y el mundo.
En Tucumán, la marcha comenzó a las 18 en Plaza Urquiza y finalizó en Plaza Independencia. Más de seis cuadras se llenaron de manifestantes, que incluyeron a sindicatos, organizaciones feministas, el Frente de Izquierda, la CGT, ADIUNT, SADOC y el Centro de Memoria Escuela de Familia.
Kikín Díaz, presidente del Comité Organizador de la Marcha del Orgullo, destacó la masividad de la convocatoria. “Esperábamos una gran cantidad de gente, pero la marcha desbordó seis cuadras. Vimos familias, docentes, jubilados y autoconvocados que también fueron vulnerados por el Gobierno”, afirmó.
Díaz resaltó el carácter pacífico de la protesta. “No hubo violencia. Fue una marcha autoconvocada y transversal. Adelante estuvieron el colectivo travesti-trans y familiares de víctimas de feminicidios y transfeminicidios. Los partidos políticos solo pudieron sumarse al final”, explicó.
El referente aseguró que la comunidad LGBTIQ+ no retrocederá ante los ataques del Gobierno. “El presidente debe respetar la legislación y los tratados internacionales que reconocen nuestros derechos. No vamos a permitir discursos de odio que fomenten la discriminación y la violencia”, sostuvo.
“Si es necesario, volveremos a las calles. No estamos en el clóset, no estamos escondidos y no nos callamos más”, concluyó el presidente del comité.