Atlético Tucumán se quedó con las ganas de festejar su primer triunfo en la Copa de la Liga, pero, una vez más, no pudo. Independiente Rivadavia le amargó la noche al Decano luego de ir perdiendo 2 a 0 e igualarle el encuentro. Esto deja en claro presente complicado del equipo tucumano, que no puede salir del fondo.
No le fue fácil al local; y aunque lejos estuvo su rival de mostrar algo de fútbol, eso a Atlético no le sirvió de mucho. Sí en la primera mitad, donde el juego comenzó disputado, con ambos equipos volcando intensidad al campo, pero con el correr de los minutos fueron los dueños de casa quienes se hicieron protagonistas manejando las acciones del choque y teniendo el control de la pelota. Y entre las jugadas destacadas, claro, llegaron los dos goles.
El primero llegó en medio de la superioridad que estaba ejerciendo Atlético. Fue con un tremendo zapatazo del Bebe Acosta. Antes de ingresar a la medialuna por el centro, el jugador colocó la pelota en el fondo del arco con un potente derechazo. Imposible para Gonzalo Marinelli. Sin quedarse con ese tanto, el Decano siguió para adelante. Y a poco del final de la primera mitad, Renzo Tesuri aprovechó una asistencia de Estigarribia de cabeza; el delantero la bajó, la pelota picó y se elevó lo justo y necesario para que 18 marque el gol.
En el complemento había que mover el banco en la visita y darle más ritmo al juego. Así fue, porque se modificaron los nombres y el partido se hizo distinto. Independiente logró así descontar primero través de Abecasis con un «gol de otro partido». El jugador sacó un potente derechazo, perfectamente ubicado hacia uno de los ángulos de Devecchi que voló, pero no pudo taparla.
Ya en los minutos finales,mdesde un tiro libre del sector derecho del ataque, llegó un centro preciso buscando al ingresado Sartori Prieto que se elevó entre los defensores y estampó la igualdad. Empate y preocupación en ambos, que no salen de abajo.