José Mujica, exmandatario de Uruguay, confirmó que el cáncer de esófago que enfrentaba desde abril ahora afectó su hígado. Con 89 años, esta figura clave en la unión de los pueblos latinoamericanos, tomó la decisión de no someterse a nuevos tratamientos y expresó su despedida.
“El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada”, aseguró Mujica en una entrevista con el semanario Búsqueda. Explicó que su cuerpo no soportaría tratamientos adicionales debido a su edad y enfermedades crónicas: “No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta”.
Desde su chacra en Rincón del Cerro, donde planea pasar sus últimos días, Mujica expresó su deseo de despedirse de su gente. “Lo que quiero es despedirme de mis compatriotas. Es fácil tener respeto para los que piensan parecido a uno, pero hay que aprender que el fundamento de la democracia es el respeto a los que piensan distinto. Les doy un abrazo a todos”.
En abril, Mujica había anunciado el diagnóstico de cáncer de esófago y fue sometido a 32 sesiones de radioterapia. Aunque en un principio el tumor parecía controlado, en septiembre y diciembre tuvo que enfrentar nuevas intervenciones quirúrgicas. Finalmente, decidió poner fin a los tratamientos.
“Que me pichicateen y cuando me toque morir, me muero. Así de simple como te lo digo. Estoy condenado, hermano. Hasta acá llegué”, expresó.
El expresidente pidió respeto por su decisión y solicitó no recibir más entrevistas. “Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso”, concluyó Mujica, quien asegura sentirse orgulloso y agradecido por su vida.
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