El Gobierno Nacional aprobó la venta de IMPSA, una de las empresas más icónicas de la industria metalúrgica argentina. La operación transfirió las acciones estatales al consorcio estadounidense IAF, cuyo principal socio es Arc Energy.
Fundada en 1907, IMPSA se destacó por fabricar turbinas, grúas y reactores para mercados internacionales. Sin embargo, enfrenta deudas que alcanzan los 576 millones de dólares, lo que precipitó su privatización.
El ministro de Economía, Caputo, celebró la decisión en redes sociales. “Privatizamos IMPSA. Gran trabajo en equipo”, expresó al anunciar el acuerdo. La oferta incluye un aporte de capital de 27 millones de dólares y un plazo hasta el 31 de enero para renegociar deudas.
El comunicado oficial destacó que la venta se alinea con el objetivo de déficit cero. “El traspaso permitirá que la empresa opere de manera independiente en un marco de economía de mercado”, indicaron. Mendoza, que poseía el 21,2% de las acciones, también acompañó la decisión.
IMPSA, intervenida en 2021 para evitar su quiebra, se encontraba en una situación financiera delicada. Según el balance de septiembre de 2024, su patrimonio neto era negativo en casi 19 mil millones de pesos. Además, acumuló pérdidas por 56 mil millones durante ese año.
El consorcio IAF deberá demostrar capacidad para gestionar la empresa y garantizar su viabilidad. La Comisión Evaluadora aseguró que la oferta cumple con los requisitos financieros y operativos necesarios.
Sin embargo, analistas advierten sobre los riesgos de la privatización. “La venta podría garantizar operaciones inmediatas, pero el control extranjero plantea dudas sobre el futuro estratégico de la industria nacional”, opinó un experto.
La operación marca un precedente en la política económica del gobierno de Milei. Resta ver si IMPSA logra resurgir bajo esta nueva gestión privada.
