El 2024 fue un año devastador para las pequeñas y medianas empresas. Según el Observatorio de Industriales Pymes Argentinos (IPA), más de 217.000 empleos registrados se perdieron, mientras que 9.923 empresas cerraron sus puertas. “Estamos frente a una de las crisis más profundas que recuerde el sector”, afirmó Daniel Rosato, presidente de IPA.
El sector manufacturero resultó particularmente afectado, con una caída del 3,5 % en la cantidad de trabajadores formales. Además, en los primeros 11 meses del año, la actividad industrial pyme acumuló una contracción del 13,6 %, según el informe de coyuntura del organismo.
“Actividades como la producción textil, la construcción y los productos minerales no metálicos se encuentran entre las más golpeadas”, explicó Rosato. “Esto se debe a la caída de la demanda interna, mayores costos de financiamiento y un contexto inflacionario que erosiona los márgenes de rentabilidad”, agregó.
La dinámica del tipo de cambio fue un factor clave en esta crisis que sufren las pymes. “El mantenimiento de políticas cambiarias ha impulsado una apreciación del peso, pero esto ha erosionado la competitividad de las exportaciones”, advirtió el informe. Asimismo, las restricciones comerciales y tensiones con socios como Brasil agravaron el déficit de la cuenta corriente.
El informe también refleja un panorama preocupante para el cierre de empresas manufactureras. En 2024, se perdieron 497 establecimientos industriales, lo que subraya la fragilidad del sector. “Sin políticas claras, muchas industrias corren riesgo de desaparecer”, señaló Rosato.
A pesar de los desafíos, algunos datos ofrecen una luz de esperanza. Según Rosato, “la economía parece haber tocado fondo”. Sin embargo, aclaró que la recuperación será lenta: “El crecimiento aún está en pausa y dependerá de señales claras de reactivación”.
Desde IPA, pidieron una reunión urgente con el ministro de Economía, Luis Caputo. La propuesta busca reactivar la actividad de las pymes con medidas concretas que aborden el consumo interno, la inversión y los costos financieros.
Las Pymes con la mirada en el 2025
De cara a 2025, el Observatorio IPA destacó la importancia de la estabilidad cambiaria. “Es probable que el tipo de cambio real siga fluctuando entre la apreciación del peso y ajustes puntuales”, sostuvo el informe. No obstante, advirtieron que la falta de señales claras podría prolongar la crisis.
“Este es un año que marca un antes y un después para las pymes. Necesitamos políticas que sostengan a un sector que es el motor del empleo en el país”, concluyó Rosato. Mientras tanto, las pymes enfrentan un futuro incierto, con la esperanza de que la economía comience a dar señales de recuperación.
*Las ventas minoristas pymes disminuyeron 5,2% interanual en septiembre