La tranquila localidad de Amaicha del Valle se vio convulsionado por un femicidio seguido de suicidio ocurrido este domingo. María Esther Abregú, de 62 años, fue atacada y apuñalada 19 veces por su propio cuñado en plena calle, cerca del mediodía. Horas más tarde, el hombre fue hallado muerto por la policía cerca de un camino vecinal en una zona de mucha vegetación. Luego del macabro asesinato, el hombre tomó la determinación de quitarse la vida.
De acuerdo a las primeras averiguaciones por parte de los investigadores, la víctima caminaba junto a una amiga por calle Tupac Amaru cuando al llegar a la esquina de Las Flores, fue interceptada por Valentín Celestino Flores, de 57 años, el hermano de su marido, que comenzó a hacerle cuestionamientos y reclamos -según se pudo reconstruir- sobre una herencia familiar. La discusión subió de tono y el hombre comenzó a golpear a Abregú con una bolsa de mercadería hasta que la tiró. Cuando la mujer estaba en el suelo sacó un arma blanca y la apuñaló repetidas veces en el estómago.
Mientras la policía aún trabajaba en el lugar del hecho, fueron alertados por una familia que denunció que mientras caminaban por un sendero en la zona de La Aguadita, divisaron a un sujeto con una soga en el cuello. Estaba debajo de un árbol. La ubicación se localizaba a pocos kilómetros de donde fue el ataque.
Por el hecho tomó intervención la Unidad Fiscal de Graves Atentados contra las Personas del Centro Judicial Monteros, que conduce Mónica García de Targa. En la escena del crimen trabajaron los diferentes divisiones del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF). Los trabajos son coordinados por el auxiliar de fiscal Bernardo Sassi.
El ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, explicó que en el marco de la investigación se pudo saber hasta el momento que “el atacante padecía problemas psiquiátricos” y que “estaba bajo el cuidado de la propia víctima”.