Entre el 25 y el 26 de abril de 1986, técnicos del reactor cuatro de la planta nuclear Vladímir Ilich Lenin llevaron a cabo un fallido ensayo de seguridad y se produjo una fuerte explosión.
La tragedia provocó una nube de lluvia radiactiva sobre cientos de miles de kilómetros cuadrados que cubrió Ucrania, Rusia y Bielorrusia. Los efectos fueron unas 400 veces más potentes que la bomba lanzada sobre Hiroshima a finales de la Segunda Guerra Mundial.
135.000 personas fueron evacuadas de la zona del desastre y se creó una zona de exclusión en un radio de 30 kilómetros.
En 2019 se construyó un nuevo sarcófago para cubrir el reactor y disminuir los efectos radiactivos.
37 años después de la explosión, se permite el ingreso de visitantes al cementerio y para realizar el Tour de Chernobyl, bajo vigilancia y con indumentaria adecuada.