La provincia fue testigo de una masiva concentración en el marco del paro nacional convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT). Las columnas de manifestantes se concentraron temprano en distintos puntos de la capital tucumana. Desde esos lugares comenzaron a marchar hasta confluir en el acto central que se realizó en plaza Independencia.
Esta es la primera medida de fuerza nacional contra el gobierno de Javier Milei que se realizó en todas las provincias del país. De la marcha en Tucumán, participaron distintos gremios, movimientos, organizaciones, partidos políticos y la sociedad autoconvocada. El reclamo se centró en la desregulación de la política económica, el DNU y la ley ómnibus dispuesta por el Gobierno libertario.
Como estaba previsto, pasado el mediodía y luego de entonar el himno nacional argentino, la CGT Regional leyó el documento en repudio al gobierno de Javier Milei.
El contenido del texto hizo hincapié en que ninguna de las medidas tomadas hasta ahora por la Nación benefició a los trabajadores, sino que empeoró la situación de estos. En este sentido, se mostró preocupación por las pequeñas y medianas empresas, fundamentales para el país.
Durante la lectura se destacó la férrea oposición a cualquier decisión que agrave la realidad de los trabajadores formales e informales, independientes, jubilados, desocupados, trabajadores independientes, emprendedores y marginados. Se acusó al gobierno de privilegiar a ciertos sectores y de generar un impacto negativo en la economía en tan solo 44 días.
“Usted ha sido votado para mejorar esas situaciones, no para agravarlas. Y, por supuesto, que dentro de nuestro sistema republicano tenemos todo el derecho, y lo vamos a ejercer. El derecho de oponernos a toda medida que empeore la situación de los más vulnerables”, desarrollaba el documento de la CGT.
En el comunicado, señalan: «Estas medidas revelan que para Milei estos eran los de la casta, porque en estos 44 días son los sectores que han recibido el brutal impacto de las consecuencias de su proyecto económico».
Críticas al protocolo antipiquetes
Desde la CGT expresaron que el actual panorama recuerda a «prácticas de gobiernos dictatoriales». Aseguraron que la población no se dejará coaccionar por lo que perciben como amenazas represivas. Criticaron duramente la necesidad de pedir permisos para manifestarse en plazas, considerando la medida como un exceso de control gubernamental.
El derecho constitucional de huelga y protesta pacífica en defensa de los trabajadores y de la población más vulnerable fue enfatizado como un elemento irrenunciable. Se subrayó que ninguna autoridad, poder, ley, decreto o protocolo está por encima de la Constitución Nacional. Consideraron que el Congreso de la Nación debería velar por ello.