La Guardia Revolucionaria de Irán confirmó el ataque y la muerte de Ismail Haniyeh, el líder de Hamas, en Teherán. La agencia de prensa iraní Fars informó que «fue asesinado por un proyectil aéreo».
Haniyeh, de 61 años, vivía exiliado entre Turquía y Catar. Viajó a Teherán para asistir a la investidura del nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian. Un proyectil impactó en su residencia, matándolo a él y a uno de sus guardaespaldas.
«El líder, el muyahidín Ismail Haniyeh, murió en un ataque sionista en su residencia en Teherán», declaró Hamas en un comunicado. El ejército israelí no hizo comentarios todavía sobre su muerte.
En enero de este año, resultó muerto Saleh al-Arouri, quien fue el número dos del régimen de Hamas. Falleció en un ofensiva israelí al sur de Beirut. La explosión, en la que murieron otras cinco personas, ocurrió en el barrio de Dahiyeh.
Reacciones internacionales y riesgo de escalada tras el asesinato de Haniyeh
Numerosos países condenaron el asesinato y advirtieron sobre el riesgo de una escalada del conflicto. Turquía, China, Rusia y Catar, mediadores en las negociaciones de alto el fuego en Gaza, alertaron sobre las posibles consecuencias negativas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Catar, donde se encuentra la dirección política de Hamas, advirtió que el asesinato «podría sumir a la región en el caos y socavar las posibilidades de paz».
La cancillería turca coincidió, condenando el «despreciable asesinato». Además dejó en claro que el objetivo del ataque busca extender la guerra en Gaza a una dimensión regional.
Musa Abu Marzuk, miembro de la oficina política de Hamas, calificó el asesinato de Haniyeh como un «acto de cobardía» que «no quedará impune». Mientras que Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Palestina y a menudo rival de Hamas, pidió a los palestinos «permanecer unidos, mantener la paciencia y seguir firmes contra la ocupación israelí».