Desde hace 48 horas que los bomberos voluntarios y los brigadistas de Defensa Civil combaten los distintos focos de incendio que se desataron el miércoles en las altas cumbres de los Valles Calchaquíes. El fuego, impulsado por el viento y el combustible seco de la zona, es voraz y arrasa todo a su paso.
Se trata de una lucha cuerpo a cuerpo con las llamas para intentar que no se propaguen. Sin embargo, lamentablemente, ya hay casi 1.000 hectáreas consumidas y convertidas en cenizas. El personal trabaja sin descanso desde las seis de la mañana hasta altas horas de la madrugada.
El presidente de bomberos voluntarios de Tafí del Valle, Alfredo Violeto, explicó un poco el preocupante panorama al que se deben someter los brigadistas. “Gracias a Dios, ya está todo circunscrito», afirmó. Sin embargo, destacó que todo dependerá de cómo esté el tiempo: «Estamos a merced del viento que puede llevar lejos alguna chispa o brasa”.
El ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, informó que de acuerdo al pronóstico el viento sonda podría terminar mañana, acompañado de una leve baja en la temperatura. “Esta disminución, aunque no muy pronunciada, ayudaría considerablemente en las tareas de extinción”, especificó.
Luego, detalló que los focos importantes que requieren atención son San José Chasquibil, Chasquibil y Ancajuli.
La vocación de servicio de bomberos y brigadistas
Edgardo Aparicio, brigada forestal, explicó la tarea que deben cumplir en un ambiente como el de los Valles. “Nuestro trabajo se centra en la contención y extinción del incendio. Este se extendió por muchas hectáreas debido a las condiciones climáticas y al tipo de vegetación en la zona”, contó.
Especificó que los incendios, aunque no provenientes de pajonales altos, alcanzan intensidades que dificultan el trabajo cercano. «Cuando agarran crean una intensidad de llama bastante interesante lo cual ocasiona que uno cuando se quiere acercar a trabajar se quema, se quema la cara, quema el cuerpo», explicó.
En este sentido, aclaró que deben tener mucha cautela para que no corra riesgo la seguridad personal. “Debemos esperar a que disminuya la intensidad de las llamas antes de continuar”.
Otro de los brigadistas, Lucas Bustos, le pidió a la población ser responsable: “no hay que prender fuego en esta época de sequía. Se debe evitar arrojar colillas de cigarrillo al costado de las rutas y ser extremadamente precavidos al acampar. Es crucial asegurarse de apagar completamente cualquier fuego para prevenir nuevos incendios”.