El misterio en torno a la desaparición de Beatriz Argañaraz sigue sin resolverse, dejando una dolorosa incertidumbre que perdura desde aquel 31 de julio de 2006. Con 45 años, se dirigía a su lugar de trabajo en la escuela cuando se esfumó sin dejar rastro. A pesar de que dos personas fueron condenadas por su crimen, el cuerpo nunca fue encontrado.
«Betty» Argañaraz tenía grandes expectativas aquel día, ya que asumiría un nuevo cargo como directora del colegio franciscano Padre Roque Correa. Sin embargo, su destino se cruzó con el de Susana Acosta, quien ocupaba el puesto de secretaria en esa misma institución, y con Nélida Fernández, vinculada al área de pastoral. Ambas fueron llevadas a juicio, declaradas culpables y condenadas.
Liliana Argañaraz, hermana de «Betty», recordó: «El 31 de julio se van a cumplir 17 años de la desaparición de Betty. En cada audiencia, que han sido muchas muchas en estos últimos años por los beneficios de las delincuentes, en todas las audiencias, tomé la palabra y les pedí que me digan dónde está mi hermana y esto nunca pasó».
«Todo el tiempo se han proclamado inocentes y sabemos por todas las pruebas que están a la vista que no son inocentes. No va a cambiar en nada, absolutamente nada, todo lo que ha pasado. Que ellas hablen porque, a partir de ahí, podríamos descansar también nosotros de esta búsqueda constante».
La familia de «Betty» no pierde las esperanzas. «Esto no es normal para nadie. Es lo peor que le puede pasar al ser humano tener a alguien desaparecido. Lo único que estamos hablando es con respecto a los beneficios de las delincuentes, de las asesinas de mi hermana, y nunca estamos hablando de que hayan hecho una nueva investigación, un nuevo rastrillaje y así poder recuperar a Betty», afirmó Liliana.
