Pedro Ezequiel Romano tiene 23 años. Hace cinco que decidió seguir los pasos de dos de sus hermanos mayores y se convirtió en bombero voluntario. Hoy presta servicio en el cuartel de Tafí del Valle.
Pedro estuvo luchando cuerpo a cuerpo contra el fuego en los últimos incendios que azotaron el valle de Tafí. Fue uno de los mayores siniestros que arrasó con las pasturas y así perjudicó a los productores de la zona.
A pesar de los agradecimientos y las consideraciones de las autoridades y de la ciudadanía en general, Pedro dice que él no es un héroe. “Somos personas normales que tenemos una vocación por ayudar a los demás”.