La mañana del domingo comenzó con un operativo que parecía sacado de una película de acción. Un hombre acusado de violencia de género debía ser detenido por la policía, pero no era cualquier hombre: se trataba de un experto en artes marciales con una afición peligrosa por las armas. Cuando los agentes llegaron a su domicilio en pasaje Roma, no sabían que estaban a punto de enfrentar a un peligroso rival.
Al entrar en la vivienda, un integrante del Cuerpo Especial de Rescate y Operaciones (CERO) recibió dos machetazos del sospechoso. Un corte en el brazo, otro en el casco, y uno más sobre el fusil que portaba. Ante la situación, el director de esta división de elite, el comisario inspector Mariano Domínguez explicó que el enfrentamiento se volvió tan agresivo que los efectivos no tuvieron otra opción que aplicar la regla de Tueller.
La policía no se achicó ante el experto en artes marciales
La regla de Tueller, en pocas palabras, se activa cuando un atacante está a menos de 6.4 metros y se lanza con un arma blanca. En ese momento, los agentes saben que tienen 1.5 segundos para actuar antes de que sea demasiado tarde. En este caso, los policías no dudaron. Un disparo alcanzó al agresor, que fue trasladado de urgencia al hospital, donde fue intervenido quirúrgicamente.
Lo que encontraron en la casa confirmó los temores de la policía. Armas de fuego de distintos calibres, cuchillos, y otras herramientas podrían haber convertido ese domicilio en una trampa mortal.
El operativo no solo salvó vidas, sino que también permitió asegurar pruebas que ya están en manos de la Justicia. El ministro de Seguridad y el jefe de Policía visitaron el lugar para supervisar el trabajo de los oficiales, quienes demostraron que, cuando se trata de proteger la vida, están preparados para enfrentar cualquier desafío.
El experto en artes marciales, ahora bajo custodia y recuperándose de sus heridas, se enfrenta a un proceso judicial que seguramente lo dejará fuera del dojo y tras las rejas.
