El 16 de agosto, Argentina celebra el Día de las Infancias. Este nombre vino a reemplazar el del Día del Niño en el año 2020, impulsado por el Ministerio de Desarrollo Social. El objetivo del cambio de denominación, como todo lo que pretende una nueva mirada cultural, genera controversia. Sin embargo, es importante entender que se trata solo de un concepto que intenta incluir la diversidad, nada más. Y en esa diversidad quizás el que se encuentre representado sea tu hijo, hija… sobrino, sobrina… nieto o nieta.
De igual manera, más allá del significado de las palabras – que sí son importantes- quizás hay otras cuestiones más urgentes que nos deberían interpelar. Como es el hecho de que más de un millón de niños y niñas de nuestro país no tienen las cuatro comidas garantizadas.
Los números revelados por UNICEF
La dura estadística fue dada a conocer por UNICEF, que lanzó una campaña para revertir la dramática situación. Florencia Vallino, directora de Andhes (Abogadas y abogados del noroeste argentino en derechos humanos y estudios sociales), denunció la gravedad de lo que está sucediendo.
“En este Nuevo Día de las Infancias, como Organización de Derechos Humanos, nos resulta ineludible reflexionar sobre lo que está pasando. Los chicos y chicas están creciendo hoy en contextos de pobreza. Uno de cada dos niños y niñas de nuestro país está yéndose a dormir con hambre”, criticó
Además, señaló que siete de cada diez niñas y niños de nuestro país está transitando múltiples falencias. Se les están vulnerando sus derechos a la educación, a la salud, a la recreación, a poder crecer en una vida libre de violencias. Y este gobierno ha desmantelado muchas políticas públicas que tenían por objetivo central garantizar esos derechos”, especificó.
Como ejemplo de esta realidad que relata, se refirió al desmantelamiento de las políticas vinculadas a la Educación Sexual Integral (ESI). “El acceso a la ESI permitía no solo un abordaje amoroso sobre la construcción de lasidentidades, sino también les acercaban herramientas para que puedan identificar situaciones de violencia sexual y que se animen denunciar”, explicó.
Al respecto, agregó: “Nuestra democracia tiene hoy muchas deudas para con los chicos y las chicas. En este día de las infancias nos resulta fundamental reflexionar sobre todo eso que todavía falta por hacer”.
¿Por qué ahora decimos Día de las Infancias?
Este enfoque se centra en los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Sin embargo, va más allá de los derechos básicos. Es decir, no sólo hace hincapié en que los niños y niñas deben tener garantizados la alimentación, la educación y/o la salud. La perspectiva es mucho más amplia.
El Estado y la sociedad deben entender que las infancias están atravesadas por distintas realidades. Por ejemplo, por cuestiones de género, de diferencias culturales, regionales, de discapacidades, de clases sociales, etc … No se vive la infancia de igual manera si se tiene que salir a cartonear.
Además, al nombrar esta jornada como Día de las Infancias, se subraya la importancia del lenguaje en la construcción de realidades. Las palabras que usamos para nombrarnos son fundamentales para entender el mundo. El lenguaje, como convención social y práctica cultural, muchas veces cristaliza y reproduce desigualdades. De ahí la importancia en el cambio de concepto.
Sin embargo, esta iniciativa que ya lleva cuatro años aplicándose, no ha estado exenta de controversias. En las redes sociales, algunos usuarios han expresado su descontento con esta denominación, argumentando que la tradición debería mantenerse intacta.
Los comentarios en las plataformas de Canal 10 reflejan la indignación de una parte de la sociedad que ve en esta modificación un ataque a sus valores. Sin embargo, es necesario comprender que la nueva denominación busca ser más abarcativa, no solo desde una perspectiva de género sino que incluye también a niñas, niños y niñeces con discapacidades y diferentes contextos socioculturales.
Más allá de la denominación, que en definitiva cada uno le quiera dar, lo importante es practicar la empatía para que los derechos de las infancias sean respetados.