El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció su decisión de no postularse para las elecciones de noviembre de 2024. En una carta publicada el 21 de julio en sus cuentas de redes sociales, el mandatario expresó su apoyo a la vicepresidenta Kamala Harris como su sucesora.
Biden señaló que su retiro de la contienda es “lo más conveniente para el partido y para el país”. Tras el primer debate presidencial contra Donald Trump, líderes demócratas le solicitaron reconsiderar su candidatura. Será en la Convención Demócrata, que inicia el 19 de agosto de 2024, el escenario en donde los delegados elegirán al nuevo candidato.
El respaldo a Harris
El presidente destacó su apoyo a Kamala Harris, describiendo su elección como vicepresidenta como «la mejor decisión que he tomado». Su candidata agradeció el respaldo y se comprometió a trabajar arduamente para ganar la nominación. Muchos demócratas podrían alinearse con ella para evitar incertidumbres antes de la convención.
Harris enfrenta riesgos considerables, ya que las encuestas muestran índices de aprobación bajos. En este sentido, su desempeño como vicepresidenta es mixto, sobre todo en el manejo de la crisis migratoria en la frontera con México, tarea que le trajo críticas. No obstante, manejó eficazmente temas como el derecho al aborto. En 2020, su campaña presidencial falló debido a entrevistas mal diseñadas y falta de una visión clara.
Posibles competidores
Si Harris no logra unificar al partido, la convención podría convertirse en una competencia abierta. Otros demócratas prominentes podrían ingresar a la contienda, incluyendo gobernadores como Gretchen Whitmer, Josh Shapiro, Gavin Newsom, J.B. Pritzker, y Andy Beshear, además de figuras como Pete Buttigieg y los senadores Amy Klobuchar y Cory Booker.
