El partido bonaerense de Lanús estuvo de luto. Los restos de la niña de 11 años, Morena Domínguez, fueron acompañados por una multitud de gente. Desde la humilde vivienda, en donde la velaron, hasta el Cementerio Municipal de Remedios de Escalada, en el que la sepultaron, el dolor se podía sentir en el aire. Y quedó plasmados en estruendosos aplausos y gritos desesperados de Justicia.
La muerte de Morena impactó por la irracionalidad del hecho. La asesinaron cuando iba camino a su escuela. La mataron, presuntamente, dos jóvenes delincuentes que iban en moto para robarle el celular. La arrastraron y la golpearon. La niña quedó tirada en el piso, todavía con vida. Pero la ambulancia tardó 40 minutos en llegar y falleció mientras era trasladada al hospital Evita.
“La muerte se podría haber evitado si los tiempos hubieran sido otros”, confirmó el director del centro médico. Esto también habla de la incapacidad del Estado en la atención de las urgencias.
Pedido de Justicia
La inseguridad y la falta de respuesta en políticas públicas es lo que profundizó la impotencia de los vecinos de Villa Caraza que se hicieron escuchar durante todo el cortejo fúnebre. Uno de los momentos más conmovedores es cuando el vehículo que llevaba el ataúd con su cuerpo frenó frente a la escuela Almafuerte N° 60. Allí esperaban su paso las autoridades directivas, los docentes, alumnos y compañeros que tenían globos blancos que pedían Justicia.
«Un chico merece salir de su casa para ir al colegio y volver a su casa (…) Los políticos por favor se ocupen de solucionar este tema de la inseguridad. ¿A quién le hizo daño esta nena para que la golpeen así?», se preguntó indignada la abuela de Morena.
También habló su abuelo quien, conmocionado, expresó: «No es justo que maten a una niña por un celular que no servía y 100 pesos» Quiero que se pudran en la cárcel».
«Yo la verdad estoy muy mal, perdí a mi hermana. Todavía no comí, no dormí, pensando en que no voy a tener más a mi hermana. La verdad voy a extrañar todo, si ella era mi vida», contó Bruno, su hermano, entre lágrimas.
Los dos detenidos por el crímen se negaron a declarar
Por el crimen detuvieron ayer por la tarde a los hermanos Miguel Ángel Madariaga, alias «Miguelito», y a Darío Humberto Madariaga, alias «Lolo». Las rápidas averiguaciones, el aporte de testigos y las cámaras de seguridad, los señalaron como responsables. Hoy ambos se negaron a declarar.
La fiscal de la causa y titular de la Unidad Funcional de Instrucción 7, Silvia Bussano, les imputó el delito de «homicidio en ocasión de robo en concurso real con encubrimiento» y solicitó la detención formal de los dos.