El 1 de octubre se celebra el Día Internacional del Café. Se estima que se consumen 3 millones de tazas cada día y es la segunda bebida más requerida en el planeta, sólo superada por el agua.
La historia del café se remonta al siglo XIII, aunque su origen sigue sin esclarecerse. Se cree que los ancestros etíopes del actual pueblo oromo fueron los primeros en descubrir y reconocer el efecto energizante de los granos de la planta del café; aunque no existe evidencia alguna.
Lo cierto es que, en 9 de cada 10 hogares donde se consume un pocillo de café, se presume que procede de Latinoamérica: Venezuela, Colombia y Brasil cuentan con el los sabores más variados y hasta afrodisíacos.
Pero como toda actividad, todas las bondades que se esconden en algunos metros cúbicos de la bebida, se ven opacados por la realidad que atraviesan los productores. En todo el mundo, la sobreoferta ha desplomado los precios.
Existen 30 variedades de café…
Según los expertos, son 30 los tipos de cafés consumidos en diferentes países, según su cultura. El paladar disfruta de la generosidad de esta infusión en sus distintas mezclas. Café expreso, expreso doble, ristretto; cortado, americano y café moca, entre otros. Cada uno con su particularidad.
Dueños y encargados de bares del microcentro tucumano aseguran que los argentinos son cafeteros, aunque en el verano el consumo se reduce considerablemente. Los precios arrancan desde los $1800 hasta los $5 mil y hasta $6 mil, aquellos más sofisticados o con un toque de chocolate, crema o licor.
Raúl, encargado de un conocido bar afirma que «a la gente en estos tiempos les cuesta sacar todos los días $2 o $3 mil para consumir un café o un desayuno del más económico. Antes la gente se quedaba toda la mañana consumiendo uno, dos y hasta tres cafés, se reunían y hacían negocios. Hoy se siente, se observa que la gente no tiene plata para un gusto».
