El Papa Francisco, de 86 años, fue sometido a una operación este miércoles 7 de junio para corregir una hernia abdominal. La cirugía se realizó sin complicaciones y no se espera que tenga secuelas.
El director del servicio de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, explicó que la operación fue necesaria debido a una eventración incarcerada que estaba provocando síndromes suboclusivos recurrentes y dolorosos al Pontífice.
Por precaución, las audiencias del Papa Francisco fueron aplazadas hasta el 18 de junio y permanecerá hospitalizado por varios días en el hospital Gemelli, donde compartió la misma habitación que Juan Pablo II en varias ocasiones.
El cardenal Petro Parolin indicó que el Papa Francisco retomará el ejercicio de su Ministerio tan pronto como sea posible, aunque desde su cama de hospital si es necesario. Además, el Pontífice ha tenido dolores crónicos de rodilla, lo que lo obliga a desplazarse con silla de ruedas o bastón, lo que ha generado especulaciones sobre una posible renuncia, pero recientemente afirmó que no está en sus planes.
