El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, instó a continuar las conversaciones entre las partes involucradas en el conflicto del transporte público, advirtiendo sobre las graves consecuencias de un paro anunciado por la Unión de Tranviarios Automotor (UTA). El gremio ha amenazado con detener la circulación de colectivos a partir del miércoles, lo que generaría un caos en la provincia.
La opinión del primer mandatario se dio luego de que los trabajadores confirmaran tras una asamblea, realizada el lunes por la tarde, llevar a cabo paros sorpresivos. El gremio tomó esta medida ante la posibilidad de que algunos empleados reciban telegramas de despido.
El paro de UTA podría afectar a 3.500 familias
Jaldo, al ser consultado sobre la decisión UTA, fue categórico: “Hay que seguir dialogando, pero con los colectivos funcionando”. El gobernador subrayó que la actividad del transporte público es esencial para más de 3.500 familias que dependen de ella. “Debemos proteger este sector, aunque hay muchas cosas por mejorar”, afirmó.
El mandatario provincial resaltó el impacto negativo de no sacar los colectivos a la calle. “Esto significaría dejar a miles de personas sin medios para desplazarse. Cerrar las escuelas, impedir que los chicos estudien y que los trabajadores lleguen a sus empleos”, dijo.
En este sentido, Jaldo insistió en que el diálogo es fundamental, pero sin interrumpir el servicio de transporte.
El gobernador recordó que el recorte de subsidios al transporte por parte de Nación obligó a la provincia a asumir esa carga financiera. “Dejó de subsidiar el transporte en todo el país, y en Tucumán, el gobierno provincial tuvo que hacerse cargo”, explicó.
Desde entonces, la provincia tuvo que destinar cerca de $3 mil millones mensuales para compensar el costo del transporte público. Con ese monto se cubre tanto el interior como la capital. Al respecto, Jaldo fue claro al expresar que, aunque la provincia ha hecho un esfuerzo significativo, no puede sostener esta situación indefinidamente para el funcionamiento de los colectivos.
Finalmente, el gobernador enfatizó que el problema es eminentemente económico y que la provincia ha puesto lo mejor de sí para mantener el funcionamiento de 1.400 ómnibus. “No hay que buscarle la quinta pata al gato”, manifestó. Luego volvió a reiterar en la necesidad de que UTA y los empresarios encuentren soluciones sin detener el servicio de transporte.
