Este lunes, el Vaticano autorizó por primera vez la bendición de parejas del mismo sexo y de «situaciones irregulares» para la Iglesia católica.
El decreto «Fiducia Supplicans: sobre el sentido pastoral de las bendiciones», firmado por el Papa Francisco, avala a las instituciones religiosas a realizar esta bendición.
Aún así, la Iglesia aclaró que este acto no se vincula en absoluto al sacramento del matrimonio, por su oposición al tipo de unión homosexual.
«Esta bendición nunca se realizará al mismo tiempo que los ritos civiles de unión, ni tampoco en conexión con ellos”, explica el documento.
En algunos países como Bélgica y Alemania ya realizaban bendiciones a parejas del mismo sexo, pese a no estar autorizado por la Santa Sede.
La decisión recibe apoyo de grupos que apoyan la inclusión en el catolicismo, pero genera tensiones con el sector conservador, especialmente de Estados Unidos.
Esta declaración se aprobó seis semanas después del Sínodo, una reunión mundial donde obispos, mujeres y laicos debatieron cuestiones sociales, como la aceptación de la comunidad LGBT.
El Papa Francisco, desde que asumió en el cargo en 2013, ha difundido la importancia de una Iglesia «abierta a todos«, generando diversas reacciones tanto positivas como negativas.