El presidente Alberto Fernández encabezó la ceremonia de la última soldadura del Gasoducto Néstor Kirchner (GPNK) junto al ministro de Economía Sergio Massa. Se trata de una obra histórica que permitirá a Argentina alcanzar la soberanía energética y que ayer viernes finalizó su primera etapa.
Se espera que el gasoducto sea inaugurado y habilitado para comercializar el 20 de junio de este año. El mismo permitirá ahorrar alrededor de 4200 millones de dólares al año a partir del 2024, cuando la producción de Vaca Muerta se incremente y se traslade a los centros de consumo.
La obra tiene más de 47.700 caños que van desde Tratayén, en Neuquén, hasta Salliqueló, en Buenos Aires. Y atraviesará las provincias de Río Negro y La Pampa. Además de ahorrar divisas, aumentará la disponibilidad de gas a precios competitivos para la industria, comercios y hogares.
El gasoducto también logrará revertir el inusual déficit de la balanza energética que el país tuvo en 2022. El Gobierno estima que el superávit energético podría llegar a los 12.000 millones de dólares para 2024.
Massa se refirió al impacto de la obra: «Nos dará la posibilidad de dejar de importar un producto que Argentina tiene en su subsuelo».
Soberanía energética
Durante el acto el presidente aseguró que al contrario de los que “pensaban en que era un trabajo difícil de hacer” y que “no iba a estar a tiempo” el país ya está “ganando en soberanía energética”. Por eso celebró que “cuando nos ponemos todos de acuerdo, las cosas funcionan”.
Massa se refirió al impacto de la obra: «Nos dará la posibilidad de dejar de importar un producto que Argentina tiene en su subsuelo».
«Por la soberanía energética, ¡Viva Argentina!». Ese fue el mensaje que escribió en uno de los caños del Gasoducto Agustín Gerez, presidente de la empresa estatal Energía Argentina. Se trató de un momento emotivo en el que participaron todos los involucrados en la importante obra.