Hubo empujones y corridas en las puertas del Congreso de la Nación. El tenso enfrentamiento era protagonizado por policías y jubilados manifestantes que se oponían al veto del presidente Javier Milei, a la reforma jubilatoria.
El momento álgido de la disputa llegó cuando integrantes de movimientos de izquierda y fuerzas de seguridad se cruzaron con golpes de puño, mientras unos pocos uniformados intentaban coordinar el protocolo «antipiquete.» Sin embargo, a pesar del protocolo promovido por Patricia Bullrich, aún se observaban abuelos en medio de los disturbios.
Puertas adentro de la Cámara Baja, el jefe de Gabinete Guillermo Francos realizaba su exposición frente a los parlamentarios. El funcionario daba cuenta de sus meses de gestión al frente de una cartera tan relevante para el Gobierno.
El encuentro duró más de cinco horas, momento utilizado por Francos para responder 70 preguntas de diputados de los diferentes bloques opositores. Allí contestó sobre el veto a las jubilaciones, el decreto que modifica el acceso a la información pública y reclamos por ser la primera vez que la Cámara recibe un informe de gestión en nueve meses de administración del presidente Javier Milei.
En las afueras del Parlamento, el Gobierno también enfrentó reclamos. Jubilados encabezaron, como todos los miércoles, una marcha en protesta por el veto total de la ley sancionada en el Senado que establecía aumentos en los haberes jubilatorios.
Tras varias horas de exposición y por pedido de los bloques opositores, Francos tuvo que interrumpir su exposición.