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San Miguel de Tucumán

Historias de superación: atreverse a transformar la adversidad en esperanza (VIDEO)

Tres atletas tucumanos demuestran que la perseverancia es la clave para convertir los desafíos en oportunidades, inspirando a quienes enfrentan sus propias luchas diarias.

Ruben Gómez, como entrenador, conoce de cerca algunas historias de vida que muestran cómo la adversidad puede ser superada con esfuerzo. Bajo su guía, atletas como Nicolás Ferreyra, José Sirimaldi y Alberto Yapura han desafiado los límites y demostrado que siempre hay una luz de esperanza.

Los cuatro estuvieron esta mañana presente en el programa Los Primeros para hablar con Omar Nóblega. A lo largo de la entrevista pudieron contar sus historias para inspiran a quienes, día a día, luchan contra sus propias dificultades.

Nicolás, de 25 años, formó parte de la Selección Argentina de Natación, aunque es un apasionado de todos los deportes. Además de ser un destacado atleta, a los 22 años logró recibirse de abogado. Desde su nacimiento, padece retinopatía del prematuro, lo que le impide ver. Sin embargo, esto no fue para nada un obstáculo en la competencia de los Juegos Evita, donde sobresalió como un ejemplo de superación. Ferreyra no se detiene ante las dificultades. En lugar de ver su condición como una limitación, la convierte en su motor para seguir adelante.

Alberto también enfrenta su propio reto. Perdió la vista en un accidente cuando tenía 14 años. En lugar de hundirse en la desesperación, aprendió a adaptarse, se recibió de psicólogo y hoy es un apasionado por el deporte. «Aprendimos a vivir de una manera distinta», comentó, sin dejar de resaltar la importancia del entorno en el acompañamiento para superar la adversidad

Por otro lado, José cambió su destino de forma radical. Dejó atrás una vida de excesos y sobrepeso para convertirse en un atleta de alto rendimiento. Este cambio no solo transformó su físico, sino también su mentalidad, demostrando que nunca es tarde para comenzar de nuevo.

Una historia que nos enseña a ver

La amistad entre José y Nico es particularmente especial y surge casi sin querer, porque el primero no podía ver. Claro, es que en una competencia de natación José se sentía molesto porque su colega se le cruzaba de vez en cuando. Y cuando fue a reclamar, se dio cuenta de que el ciego era él. “Tierra tragame… No sabía donde meterme… Desde ahí, empezó nuestra amistad. Me di cuenta de que yo que podía ver, no veía”.

Estas historias inspiran a quienes, día a día, luchan contra sus propias dificultades. Como afirma Gómez, “la diferencia entre el éxito y el fracaso está en cuántas veces uno intenta”. Estos atletas son un vivo ejemplo de cómo la perseverancia y el coraje pueden iluminar hasta los momentos más oscuros.

Espacio UNT

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