Los vecinos de Lanús (Buenos Aires) no salen de su estupor ante un hecho policial y siniestro pocas veces visto. Una mujer de 85 años fue abusada por su kinesiólogo en su propia casa. La abuela, con alzehimer, fue encerrada en su habitación y el sujeto abusó de ella.
La hija de la paciente había colocado cámaras de seguridad en el hogar para cuidarla cuando ella no estaba, y al momento en el que ingresó a una de las pantallas para monitorear, se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo en la habitación.
«Cuando abrí la cámara de la habitación, creí que no era esa la casa. Porque, sinceramente, me shockeó. Veía a mi mamá sin su ropa interior, y al kinesiólogo también. No lo podía creer», sostuvo Cristina, la hija, quien habló con