En una sesión especial, la Cámara de Diputados se dispone a discutir el proyecto de reforma del Impuesto a las Ganancias. La propuesta, enviada por el Poder Ejecutivo, plantea la eliminación de la cuarta categoría impositiva. El debate comienza hoy a las 13 horas.
Según esta reforma, sólo aquellos con ingresos significativamente altos, superiores a 15 sueldos mínimos mensuales estarán sujetos al tributo. Es decir, que pagarán aquellos que perciban más de $1,770,000.
Ayer el dictamen de mayoría ha recabado 25 firmas. De un total de 49 miembros de la comisión asesora, 24 legisladores del Frente de Todos y uno del Frente de la Concordia Misionero, levantaron la mano asintiendo la reforma.
Juntos por el Cambio, a contramano, rechazó el proyecto y presentó un dictamen de minoría con 12 firmas. Algunos miembros de este partido no descartan la posibilidad de incluir esta iniciativa en las discusiones sobre el Presupuesto 2024.
El oficialismo cuenta con el número necesario para lograr el quórum reglamentario de 129 miembros en la sesión especial. Esta cifra incluye a 118 legisladores del oficialismo, cuatro de partidos de izquierda, cuatro de partidos provinciales y tres legisladores peronistas del interbloque federal. De esta manera, ya se garantiza la presencia de 129 legisladores.
Que plantea el proyecto
El proyecto anunciado la semana pasada por el ministro de Economía, Sergio Massa, crea un nuevo impuesto que se aplicará a partir de los ingresos equivalentes a 15 salarios mínimos, vitales y móviles al mes. La tasa será progresiva, oscilando entre el 27% y el 35% sobre el excedente. Además se actualizará dos veces al año en concordancia con el valor del salario mínimo. Esta medida afectará solo al 1% de los ingresos totales, incluyendo remuneraciones, jubilaciones y pensiones.
La intención es que este impuesto recaiga exclusivamente en aquellos con ingresos significativamente altos en relación de dependencia y otras rentas mencionadas.
El debate que comienza hoy a las 13 horas será acompañado por una movilización convocada por la CGT y otras centrales sindicales. El objetivo es respaldar esta medida largamente esperada por los trabajadores argentinos.