En las últimas semanas, las facturas de luz comenzaron a llegar con aumentos significativos. Esto responde al nuevo esquema tarifario y a los cambios en los topes a subsidiar implementados por el gobierno de Javier Milei. En junio, el gobierno autorizó un incremento mínimo del 65% para los usuarios de ingresos medios y bajos. En Tucumán, este aumento llegó hasta el 200%, generando una gran preocupación entre los ciudadanos.
Los vecinos notaron subas en las boletas que oscilan entre el 100% y el 200%. Por ejemplo, quienes pagaban $13.500 ahora deben abonar $51.000. Otro caso es el de un usuario que tenía una factura bimestral de $18.000 y este mes deberá pagar $45.000.
Muchos tucumanos se ven obligados a ajustar sus gastos para poder cubrir el costo del servicio. Ahora deben priorizar ciertos gastos y privarse de otros. Algunos mencionaron que ya no pueden permitirse salidas nocturnas, almuerzos o paseos. “Tenés que renunciar a otras cosas. Elegir entre pagar la luz o ir al gimnasio”, señaló una ciudadana.
En cuanto al consumo, las opiniones varían. Algunos aseguraron que el consumo fue similar al de meses anteriores, mientras que otros afirmaron haber reducido el uso de electricidad. “Consumí un 60% menos. El bimestre pasado consumí 400 KW y ahora consumí 240 KW. Consumí menos y pagué mucho más”, aseveró un vecino.
Mientras tanto, el gobierno nacional dio marcha atrás con la postergación de los aumentos previstos para julio. Según un comunicado del Ministerio de Economía, a partir del 1 de agosto, las tarifas de luz y gas aumentarán en promedio más de un 4%.
La medida ha generado incertidumbre y preocupación entre los tucumanos, que ahora deben reorganizar sus finanzas para hacer frente a las nuevas tarifas.