Este año se produjo una fuerte caída en la comercialización de maquinaria agrícola. Esta baja comenzó a gestarse el año pasado con el efecto La Niña que golpeó a todos los agricultores por igual. La estrepitosa caída en la demanda de sembradoras y cosechadoras fue lo más preocupante.
Según el último relevamiento realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), las cosechadoras exhiben una disminución en la demanda del 39 % en comparación a las comercializadas el año pasado. En el caso de las sembradoras y los tractores, por ejemplo, el desplome llegó hasta el 36 %.
Para el agro, el 2023 y el año en curso fueron los peores que la actividad recuerde en las últimas décadas. La feroz sequía que provocó el evento Niña en 2023, causó una pérdida de 50 millones de toneladas de granos solo en los tres principales cultivos, soja, maíz y trigo. La baja de ventas de maquinaria agrícola, tanto nacional como importada, representa también una descapitalización de la producción agrícola.
Aunque hubo una brusca caída en el número de unidades vendidas, la facturación registró un aumento de 84% en 2023 respecto de 2022, con 517.295,8 millones de pesos. La cifra, no obstante, es menor que la inflación general anual que mide el Indec, cuyo índice fue de 211,4%.