Suecia, que ocupa la novena posición del informe PIRLS (Progress in International Reading Literacy Study), de comprensión lectora, ha frenado su plan de digitalización de las aulas, que debía acelerar este 2023. El país llevaba meses debatiendo y cuestionando el papel de los ordenadores y las pantallas en las aulas de las escuelas hasta que hace unos días, la ministra de Educación, Lotta Edholm, anunció que dejaba en suspenso la estrategia de digitalización de las aulas.
La ministra sueca solicitó sendos informes a distintas organizaciones y fundaciones y todas concluyeron en que «Toda la investigación del cerebro en niños muestra que no se benefician de la enseñanza basada en pantallas».
Aunque Suecia no tiene datos del tiempo que pasan los estudiantes ante las pantallas en la escuela, en una reciente encuesta a 2.000 profesores, uno de cada cinco afirmaba que sus alumnos nunca o prácticamente nunca escribían a mano.
Crisis de lectura…
Lotta Edholm ha alertado del riesgo de crear una «generación de analfabetos funcionales» y ha defendido la necesidad de tomar medidas para aumentar los niveles de comprensión lectora, según informó la prensa de ese país. «El informe PIRLS es una señal de que tenemos una crisis de lectura en las escuelas suecas. En el futuro, el Gobierno quiere ver más libros de texto y menos tiempo de pantalla en la escuela», declaró la ministra
En los últimos 15 años, los ordenadores han sustituido a los libros de texto en las escuelas suecas. El Gobierno ha decidido ahora impulsar un programa para reintroducir los libros. Así, destinará 60 millones de euros este 2023 y 45 millones en 2024 y 2025 para recuperar los libros. «Esto forma parte del plan para recuperar la lectura en las escuelas, a expensas del tiempo pasado ante las pantallas», ha explicado la ministra. Un libro por asignatura para cada alumno: ese es el objetivo.
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