Uno de los integrantes del conocido «Clan Ale» falleció en la tarde de ayer, tras sufrir un paro cardíaco. Rubén Ale padecía de múltiples patologías que se agravaron, según su entorno, en los últimos dos años. Ale cumplía una condena de hasta 10 años por ser responsable de los delitos de asociación ilícita y lavado de dinero procedente de la usura, extorsión, explotación económica por impulsar el ejercicio de la prostitución y el tráfico de estupefacientes.
Según el fallo emitido por la Cámara de Casación Federal Penal, que luego fue ratificado, la condena de «La Chancha» se extendía hasta 10 años de prisión y multas de hasta 8 millones de pesos. Por su estado de salud, el ahora ex integrante de uno de los clanes más poderosos de Tucumán, cumplía prisión domiciliaria.
Según había determinado oportunamente la justicia, la banda contaba con un patrimonio de 40 millones de pesos y había adquirido bienes provenientes de los ilícitos, entre estos, 30 inmuebles, 160 vehículos y 70 armas de fuego.
