Nicholas Dominici, quien iba a cumplir dos años en noviembre, asistía a la guardería desde hace una semana. Se cree que el bebé falleció de una sobredosis de droga. Tres niños más fueron ingresados en el hospital, después de haber sido expuestos al fentanilo en el mismo lugar.
La policía presume que los niños, con edades entre los ocho meses y los dos años, inhalaron el peligroso narcótico cuando estaban en la guardería. A los pequeños derivados al hospital se le suministró Narcan, un medicamento de emergencia que se usa para revertir sobredosis de opioides.
En un allanamiento a la guardería se encontró un kilo del potente fármaco, que se había descubierto “debajo de una colchoneta donde los menores habían estado durmiendo poco antes”, dijo el lunes el detective jefe de la policía de Nueva York, Joseph Kenny.
Fiscales federales allanaron las instalaciones donde se intoxicaron los pequeños y, por testimonios y elementos incautados, se presume que desde esa guardería se distribuía la sustancia que apagó la vida de Nicholas.