En una reunión crucial en el Centro Cultural Virla, se congregaron destacados científicos del CONICET, junto con diversas personalidades y autoridades de la provincia de Tucumán, entre las cuales se encontraban el diputado nacional Pablo Yedlin, la vicerrectora de la Universidad Nacional de Tucumán, Mercedes Leal, entre otros. El encuentro se llevó a cabo debido a la creciente inquietud generada por el anunciado recorte presupuestario en el área de ciencia y tecnología por parte del gobierno nacional.
El director del Centro Científico y Tecnológico, Augusto Belomio, expresó su preocupación: «Tenemos una falta total de previsión en cuanto al presupuesto que dispondremos este año. Estamos trabajando con el presupuesto del 2023, que claramente no será suficiente. Solo alcanzará para cubrir un par de meses de funcionamiento este año, y esta falta de previsibilidad nos impide determinar cuántos becarios podrán ingresar. De los 1400 becarios recomendados, solo se han asegurado 600 becas, que en lugar de comenzar en abril, lo harán en agosto».
La Ley de aumento de inversión en ciencia no se cumple
El diputado nacional Pablo Yedlin destacó la gravedad de la situación: «Estamos atravesando un ajuste inédito en Argentina, nunca antes visto. Este ajuste afecta significativamente a la ciencia y tecnología, que son fundamentales para el futuro del país. Es un ajuste totalmente innecesario, a pesar de que existe una ley que establece el aumento de inversión en esta área. Es una obligación que el Gobierno Nacional debe cumplir. También deben garantizar las becas de los becarios, ya que de lo contrario, perderemos a estos científicos y Argentina perderá su potencial científico.»
Por su parte, la Vicerrectora Mercedes Leal expresó su preocupación respecto a la UNT: «Este panorama se avizora también para la Universidad. Estos meses son de planificación, y no tenemos claridad sobre el futuro de los fondos. Queremos mantener las universidades abiertas para todos, por lo que se necesita la reapertura de paritarias.»
La incertidumbre en torno al presupuesto y los recortes proyectados generan un clima de inquietud en el ámbito científico y académico, mientras los actores involucrados buscan soluciones para preservar la investigación y la educación en el país.
