El presidente Javier Milei presentó en el Congreso el Presupuesto Nacional para 2025, con el objetivo central de garantizar el equilibrio fiscal. «Estamos aquí para devolverle a la Argentina la grandeza que alguna vez tuvo», afirmó al iniciar su discurso. Subrayó que las políticas anteriores han restringido las libertades individuales y que, desde ahora, el Estado debe ajustarse.
«Para mí el destino de un pueblo se juega en las definiciones económicas que toma. Esto es porque solo sobre la base de una economía sana las personas pueden ejercer verdaderamente su libertad», dijo al comienzo de su discurso en un Congreso repleto de funcionarios y militantes.
El presupuesto, según Milei, busca alcanzar un déficit cero sin importar las fluctuaciones económicas, lo que calificó como un «blindaje fiscal» sin precedentes en la historia argentina. Este enfoque, sostuvo, permitirá reducir el riesgo país, bajar las tasas de interés, y en consecuencia, atraer inversiones, aumentar la productividad y mejorar los salarios reales. También, destacó que este sería el primer año en la historia argentina con superávit fiscal sin caer en default.
Milei vinculó los problemas históricos del país con el déficit fiscal. Y lo señaló como el origen de todos los males económicos: la deuda, la emisión monetaria, la inflación y la pobreza. “El déficit fiscal es lo más empobrecedor para los argentinos comunes, pero lo más enriquecedor para los políticos”, sentenció. Además, criticó la compulsión de los políticos por el gasto público, que describió como una de las principales razones del deterioro económico.
El primer mandatario defendió su veto reciente al proyecto de Movilidad Jubilatoria que aumentaba el gasto público. En este sentido advirtió que cualquier propuesta futura que no incluya una reducción en otra partida será vetada. “No vamos a estafar al pueblo argentino adoptando medidas populistas. Este Congreso, históricamente, ha sacado proyectos con amplio apoyo, pero que son nefastos para la sociedad”, apuntó.
Crisis del 2001
El presidente recordó que antes de las principales crisis económicas del país, como el Rodrigazo o la crisis del 2001, siempre hubo altos niveles de déficit fiscal. “Cada vez nos dan menos crédito. Si no resolvemos esto ahora, la solución será cada vez más difícil”, advirtió.
Luego, aseguró que su gobierno heredó un déficit consolidado de 15 puntos del PBI, el peor en la historia reciente. Sin embargo, afirmó que está decidido a corregir esta situación con un recorte de gasto estimado en 90 mil millones de dólares. “Le estamos devolviendo a los argentinos ese dinero”, concluyó.
Reformas para alcanzar el equilibrio fiscal en el presupuesto
En el contexto de las reformas económicas, destacó que “será el sector público, y no el privado, quien absorba los efectos de las perturbaciones económicas”. Confesó que el enfoque es lograr tres objetivos clave: Blindar el equilibrio fiscal. Hacer que el Estado asuma las consecuencias de las fluctuaciones económicas. Y devolver a la sociedad el exceso de recaudación cuando las condiciones mejoren, reduciendo impuestos.
Especificó que la implementación de esta metodología presupuestaria busca no solo reducir impuestos, sino también el tamaño del Estado. Esto, según su argumento, garantizaría el resultado fiscal bajo cualquier escenario macroeconómico. «No importa qué suceda con la economía, el resultado fiscal estará siempre garantizado», afirmó el presidente.
El rol del Estado en la economía
Milei volvió con su crítica furibunda hacia todo lo que es estatal. Consideró que el Estado, en su expansión de responsabilidades, descuidó tareas esenciales, como garantizar la seguridad, la educación y la infraestructura.
“Este desequilibrio ha llevado al país a niveles alarmantes de pobreza y deterioro de servicios públicos. Mientras tanto se dilapidaron miles de millones de pesos en recitales a los que iban 300 personas, medios públicos al servicio de los militantes, rutas que no conducían a ningún lado y se pasaban el día promulgando leyes que oscilaban entre ridículas, inútiles y nocivas”, dijo.
Siguiendo el principio de que «cuanto más se acerca el colapso de un imperio, más estúpidas son sus leyes», criticó la estructura de gasto actual. “El 70% del gasto público se destina a programas sociales. Esto no indica otra cosa más que una tragedia humanitaria, porque significa que más de 20 millones de argentinos no se pueden sostener por sus propios medios si no es con la ayuda del Estado”, agregó.
Estabilidad macroeconómica
Milei sostuvo que el Gobierno se limitará sobre todo a asegurar “la estabilidad macroeconómica, las relaciones exteriores y el imperio de la ley. Cualquier otra cuestión puede resolverse a través del mercado o es competencia de los gobiernos provinciales”. dejando que el mercado resuelva otras cuestiones. Fundamentó que la estabilidad monetaria y fiscal es clave para evitar la inflación y permitir el crecimiento económico sostenido, lo que devolvería a los ciudadanos la capacidad de planificar su futuro.
El imperio de la ley se relaciona directamente con la seguridad, la justicia y la defensa, áreas en las que el Estado debe ser eficiente y no intervenir en procesos económicos cíclicos. Según el gobierno, los ciclos económicos deben ser libres, sin intervención estatal que distorsione los precios, ya que esto solo crea más problemas, comparando la intervención con “aceptar que un mafioso nos rompa las piernas para luego ofrecernos las muletas”.
Descentralización y responsabilidad Fiscal en las Provincias
En su discurso, Miley también lanzó una dura advertencia a los gobernadores provinciales. En un párrafo aparte le exigió a los mandatarios provinciales un recorte adicional de $60 mil millones.
«A los gobernadores les digo: cumplir el compromiso de bajar el gasto público, consolidado a los 25 puntos del PBI, requiere que las provincias en su conjunto hagan un ajuste adicional de 60 mil millones de dólares. Nosotros ya cumplimos nuestra parte del acuerdo, ahora faltan ustedes», les advirtió.
Además, agregó: “Cada vez que el Estado nacional reduce impuestos, no aceptarán que las provincias suban los suyos. El pueblo está cansado de las maniobras políticas”, subrayó.
Momento decisivo para la historia Argentina
El presidente les habló directamente a los miembros del Congreso. “Este es un momento bisagra en la historia. Por eso tenemos la oportunidad, la obligación de aprovechar este momento. Pero el único camino hacia el progreso es terminar con el déficit fiscal, bajar el gasto público, eliminar impuestos y confiar en el ejercicio de la libertad por parte de los argentinos del país”, alentó.
En este sentido les dijo que tienen la responsabilidad de elegir el camino hacia la prosperidad. «La decisión de qué lado de la historia quieren quedar es suya. Luego será la ciudadanía quien los coloque en la avenida de los justos o en la esquina de las ratas miserables que apostaron contra el país y contra su gente.», cerró.