El día decisivo ha llegado. Estados Unidos celebra hoy elecciones presidenciales en una contienda que promete ser histórica. Kamala Harris, la actual vicepresidenta, podría convertirse en la primera mujer en liderar la nación. Donald Trump, por su parte, intenta recuperar el control tras un polémico mandato que terminó en 2021. Ambos candidatos se enfocan en estados clave, cuyo resultado podría definir el futuro del país.
Una nación dividida entre Harris y Trump
El ambiente político está tenso. Trump apela a un electorado cansado, prometiendo frenar la inmigración ilegal y proteger la industria estadounidense. Harris, por otro lado, se presenta como la defensora de la clase media, con un discurso inclusivo y progresista.
Siete estados se consideran decisivos: Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin. En estos lugares, la batalla se libra voto a voto, y ambos candidatos han intensificado sus esfuerzos en los últimos días de campaña.
Casi 78 millones de estadounidenses ya han emitido su voto de manera anticipada. Según expertos, los votantes anticipados tienden a inclinarse hacia los demócratas, mientras que los republicanos suelen acudir en masa el día de las elecciones. Michael McDonald, del Laboratorio de Elecciones de la Universidad de Florida, explica: «La votación anticipada suele ser una ola azul, mientras que el día de la elección trae una ola roja.»
El impacto más allá de las fronteras
Estas elecciones también tienen repercusiones en América Latina. Las políticas migratorias de ambos de los candidatos Harris y Trump son observadas con atención en la región, que sigue siendo una de las principales fuentes de migración hacia Estados Unidos.
La jornada electoral promete ser larga y llena de sorpresas. El mundo observa, mientras Estados Unidos decide su futuro.