Los residentes del barrio Las Quintas II, ubicado en Lomas de Tafí, enfrentan graves problemas de agua y servicios esenciales. En este sentido, ya iniciaron un juicio contra el fideicomiso Los Pocitos por incumplimiento de contrato y se concentraron en las puertas del emprendimiento habitacional para hacer escuchar sus reclamos.
Explicaron al movil de Canal 10 que el predio cuenta con 400 lotes, de los cuales 140 están construidos y habitados. Los desarrolladores tenían el compromiso de completar el 20% de las obras, pero incumplieron. Este retraso generó una multa de 100 millones de dólares por parte de la municipalidad.
Debido a esta situación, los habitantes deben recurrir a camiones cisterna para abastecerse de agua. Actualmente, la presión del es nula y las condiciones de vida son insostenibles, se quejaron.
Los vecinos también presentaron una nota a la Defensoría del Pueblo de Tafí Viejo y a la Dirección Provincial del Agua. Su objetivo es que tomen conocimiento de la crítica situación que viven y el incumplimiento del fideicomiso Los Pocitos.
Sin embargo, hasta que los desarrolladores no cumplan con las obras y paguen la multa impuesta, la municipalidad no autorizará la construcción externa para la colocación de tubos hacia el reservorio de la SAT.
La denuncia contra el fideicomiso Los Pocitos ya está en la Justicia
Desde hace un mes, más de 100 vecinos iniciaron un juicio contra el fideicomiso Los Pocitos por incumplimiento de contrato. Por eso, durante la entrevista, Marcos Iñigo expresó su frustración instando a los desarrolladores materializar sus compromisos.
“En el barrio de Las Quintas II no tenemos agua potable. Estamos padeciendo por las escrituras debido al incumplimiento del fideicomiso de Los Pocitos”, dijo. Agregó que se enteraron en julio de la falta de documentación necesaria para la regularización del barrio. “Queremos un lugar digno para vivir”, afirmó Iñigo.
Por su parte, Eduardo Klarik enfatizó la urgencia del problema del agua. “Cada dos o tres días no tenemos agua. Las familias están muy necesitadas”, explicó. Mencionó que hay personas con discapacidades y ancianos que dependen del suministro.
“He visto a gente llenar botellas para usar en los inodoros”, lamentó. Actualmente, hay aproximadamente 150 familias viviendo en el barrio. La situación se torna cada vez más crítica y los vecinos demandan respuestas urgentes ante el incumplimiento de contratos.