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San Miguel de Tucumán

Santino, el tucumanito fanático del sanguche de milanesa, cumplirá su sueño

La solidaridad no tiene límites. Una familia tucumana recibirá donaciones para reabrir una sanguchería de Barrio Manantial Sur, que había cerrado por la pandemia. Conocé la historia de Santino y su fanatismo por el sánguche de milanesa.


Eran las seis de la tarde del jueves 14 de marzo. Hacían más de 40°C de sensación térmica, pero la pasión tucumana no entiende razones cuando se trata de saborear una milanga, menos en la Semana del Sánguche de Milanesa. Había que hacerle el honor.

Y ahí estaban, cientos de excelentísimos degustadores aprovechando las promociones, en este caso, de Ope’s. En la Crisóstomo y Prospero Mena la fila era larguísima. Nadie se iba a perder la posibilidad de ser uno de los 50 en conseguir la “mila retro”, en referencia a cuando este manjar costaba tan solo $1.50. ¡Cuánta nostalgia!, actualmente vale unos $3.500.

La movida marketinera fue creada por el Mocho Viruel, productor televisivo y el encargado de llevar este plato tan nuestro a todos lados, incluso a lugares inimaginables. Pero ni siquiera él se esperaba semejante convocatoria en la puerta de la sanguchería y, encima, desde muy temprano.

Entre el tumulto se asomó el dueño de esta historia: Santino Pérez. Un tucumanito de 8 años que, acompañado de su papá, vio a Máxi Fernández Lobo, nuestro periodista de Canal 10 que estaba noteando. El pequeño se acercó, a lo mejor le preguntaban algo y podía demostrar que a pesar de su baja estatura era todo un licenciado en catar este manjar.

 “Hacele la nota. No sabes la labia que tiene el petiso”, persuadió Damián, su papá. Maxi sacó su celular, le acercó el micrófono y todo lo que siguió fue mágico:

– ¿Cuántos años tenés?
– Ocho años
– ¿Y vas a comer tu milanesa?
– Si, más vale. Los sánguches de milanesa de acá de Tucumán son los mejores de toda la Argentina. Los tucumanos hacemos los mejores sanguches de milanesa. Mi papá tenía una sanguchería llamada “La 38”. Hacíamos altos sanguches de milanesa, vendíamos un montón.
– ¿Es tu comida favorita?
– Si.
-¿Cómo lo vas a pedir al sánguche?
– Mmm sin picante porque yo todavía estoy chiquito. No me aguanto ni media gota, pero bueno: mayonesa, savora, lechuga y tomate. Si, sí.

La ternura, la picardía y la humildad de Santino llamó la atención, habló como un niño grande. Cómo puede caber tanta inteligencia y claridad en un cuerpo tan pequeño. Y así fue como sucedió, su testimonio se hizo viral. En Tik tok superó las 700 mil reproducciones y en Instagram, las 260 mil.

Recibió miles de comentarios llenos de amor. Todo el mundo quería ayudar a este tucumanito. En los mensajes, lo invitaban a comer un sánguche o, incluso, querían saber cómo colaborar con su papá para reabrir “La 38”.

La solidaridad llegó tan rápido como la fuerza con la que se viralizó el video. El Mocho Viruel, también quedó impactado. Y como no podía ser de otra manera invitó a Santino y a sus ocho hermanos a comer en una sanguchería el viernes a la noche.

Y ahí, rodeado de su gran familia, mientras esperaba su cheguzan (“sin picante porque es chiquito”) recibió la gran noticia en vivo por TV Prensa: “Vamos a reabrir la sanguchería. Junto a los sponsor vamos a proveerlos de todo lo que necesitan para que puedan abrir de nuevo “La 38”, expresó el Mocho a toda la familia.

Damian y Vanesa, los papás, no podían creerlo. El pequeño genio, mucho menos. El sueño se hacía realidad. La pandemia por Covid-19 y la crisis inflacionaria les impidió reabrir el lugar y eso, a Santino –como niño grande que es- le causaba mucha angustia y preocupación.

“Desde que cerramos, había pensado cómo podíamos hacer para abrir la sanguchería de nuevo. Subían los precios y todo se complicaba. Yo ayudaba en lo que podía. Mi mamá me hacía unos alfajorcitos y yo los vendía en la escuela. Tenía mucha esperanza de que algún día se pueda abrir la sanguchería”, contó Santino, emocionando a su familia y a todo el equipo de Canal 10.

“Los esperamos contentos. Están ayudando a una familia que se mantiene unida y quiere salir adelante. Es un niño genial. Santino tiene una luz especial y le han cumplido el sueño a él y a toda una familia”, agradeció Damián, su papá.

Con el compromiso asumido del Mocho Viruel solo queda esperar a que se acondicione la casa de los Pérez en Barrio Manantial Sur, sector A, manzana 38, casa 1. Y que empiecen a llegar las donaciones de una freidora, una heladera, mostradores, insumos y gaseosas para montar lo más rápido posible la sanguchería.

Santino se ha convertido en el tucumanito fanático número uno del sánguche de milanesa y con su humildad, simpatía y genialidad se ganó el corazón de todos.

En el mundo debe haber millones de Santinos, niños geniales que salen a la vida para impresionarnos, sólo falta darles la oportunidad -en este caso a través de un mircrófono- de que cuenten su historia.

Espacio UNT

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